El M23 ignora a EE. UU. y sigue ocupando Uvira (R. D. Congo)

El M23 ignora a EE. UU. y sigue ocupando Uvira (R. D. Congo)

El obispo de la ciudad informa de una «calma aparente» pero lamenta las duras condiciones a las que se enfrenta medio millón de desplazados en plena temporada de lluvia

María Martínez López
Desplazados de Uvira huyen hacia Burundi. Foto: Vatican Media.
Desplazados de Uvira huyen hacia Burundi. Foto: Vatican Media.

En el este de la República Democrática del Congo sigue sin ser realidad el acuerdo de paz firmado el 4 de diciembre entre los presidentes congoleño y ruandés, Félix Tshisekedi y Paul Kagame. El objetivo del pacto, firmado en Washington D. C. bajo auspicio del presidente estadounidense, Donald Trump, pretendía poner fin a la guerra en las regiones de Kivu del Norte y Kivu del Sur. 

Menos de una semana después, el 10 de diciembre, las tropas de la milicia M23/AFC, apoyadas por tropas ruandesas, tomaron Uvira, la segunda ciudad más grande de Kivu del Sur después de Bukavu. Y, a pesar de que este martes el M23 anunció que se retiraría de la ciudad «según lo solicitado por los mediadores estadounidenses», horas después grupos de milicianos seguían ocupando la ciudad.

Una mujer reza en una iglesia de Uvira el pasado domingo. Foto: CNS.
Una mujer reza en una iglesia de Uvira el pasado domingo. Foto: CNS.

Así, siguen ignorando las peticiones de Estados Unidos. El viernes pasado, el embajador estadounidense ante las Naciones Unidas, Mike Waltz, había denunciado «la amplitud y la sofisticación» de la participación de entre 5.000 y 7.000 efectivos ruandeses. Luego, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, había hablado de una «clara violación» del acuerdo por parte de Kigali.

Sufriendo y muriendo

Mientras tanto, se perpetúa la dramática situación de la población civil. Los últimos ataques han causado, denunció UNICEF, un desplazamiento total de al menos 500.000 personas, de las cuales 100.000 son niños. «La gente, sobre todo muchos niños, mujeres, ancianos, enfermos, siguen sufriendo, si no muriendo de hambre, sed, cansancio, frío, enfermedades», ha denunciado Sébastien Joseph Muyengo Mulombe, obispo de Uvira.

«Las noticias que nos llegan» sobre los desplazados «informan de las malas condiciones en las que viven los congoleños amontonados en los campos de refugiados, otros en los estadios y en los espacios abiertos», ha relatado a los medios de comunicación vaticanos. Están «expuestos a las inclemencias del tiempo de este período de lluvias, sin mantas, comida, medicinas». 

https://twitter.com/AJEnglish/status/2001246002838200329

En la ciudad, «reina una calma aparente: ya no se escuchan ráfagas de balas en todas partes ni se producen muchas violencias contra la población como antes. Pero la gente sigue desconfiada, dadas las experiencias del pasado y lo que ha sucedido recientemente en Goma, Bukavu, Kamanyola».

Preguntas abiertas

El anuncio de la próxima retirada del M23 es, para el obispo, «algo positivo pero que deja muchas preguntas abiertas». La primera, si se refiere «solo Uvira o también a los alrededores». De hecho, los milicianos «continúan avanzando hacia el sur». También se pregunta qué pasará con «las otras ciudades caídas anteriormente, como Bukavu, Goma, Misisi o Rutshuru». 

Desplazados en el este de R. D. Congo. Foto: CNS.
Desplazados en el este de R. D. Congo. Foto: CNS.

Se cuestiona también sobre «si Estados Unidos y los demás pueden hoy imponer con autoridad tal decisión, ¿por qué no lo hicieron antes?». Por ello, mucha gente piensa que la declaración del M23 es «una maniobra destinada a apaciguar a la comunidad internacional», mientras que de hecho se apuntaría a una especie de «balcanización del país».

El pasado domingo, el Papa León XIV expresó su «viva preocupación» por la reanudación de los enfrentamientos en la parte oriental de la República Democrática del Congo. Tras el rezo del ángelus, instó a «las partes en conflicto a poner fin a toda forma de violencia y a buscar un diálogo constructivo, respetando los procesos de paz en curso».