El limosnero apostólico viaja a Lesbos para llevar al Vaticano a otros 43 refugiados
Los refugiados, originarios de Afganistán, Camerún y Togo, serán acogidos y mantenidos por el Papa y el Vaticano, y la Comunidad de San’t Egidio se ocupará del hospedaje y del proceso de integración
El Vaticano va a acoger de nuevo a un grupo de refugiados procedentes de la isla griega de Lesbos. En esta ocasión, serán 43 personas procedentes de Afganistán, Camerún y Togo. Llegarán en dos turnos, los 33 primeros solicitantes de asilo aterrizarán este miércoles 4 de diciembre y el resto, otros diez refugiados, pisarán suelo italiano a finales de diciembre en una fecha todavía por concretar.
La acogida de los refugiados será asumida por la Santa Sede, a través de la Limosnería Apostólica, y por la Comunidad de San’t Egidio. Como en otras ocasiones, el Vaticano se hará cargo de la acogida y el sustento mientras que la asociación fundada por Andrea Riccardi se ocupará del hospedaje y del proceso de integración.
No es la primera vez que el Vaticano acoge a refugiados. Cuando el Papa Francisco viajó a Lesbos en abril de 2016, volvió a Roma con tres familias sirias solicitantes de asilo. Tres años después de aquella visita, el Pontífice pidió el pasado mes de mayo al limosnero pontificio, el cardenal Konrad Krajewski, que volviera a la isla para renovar la solidaridad con el pueblo griego y con los refugiados «y expresó el deseo de hacer un nuevo gesto de solidaridad y acoger a un grupo de jóvenes refugiados», ha señalado el Vaticano en un comunicado.
Para cumplir este deseo del Papa, el cardenal Krajewski viajó este lunes hasta Lesbos y regresará el miércoles con el primer grupo de refugiados.
Este nuevo corredor humanitario, que permitirá a los solicitantes de asilo llegar de forma segura a Italia, fue posible «tras un intenso período de negociaciones oficiales entre los organismos competentes», después del cual «el Ministerio del Interior de la República Italiana dio el consenso definitivo para el desarrollo de la operación», apuntan desde el Vaticano.
Feliz de la acogida
Por su parte, la Comunidad de Sant’ Egidio se ha mostrado en un comunicado «feliz de acoger a los refugiados que el Papa Francisco decidió poner a salvo a través de un corredor humanitario».
La comunidad ya tuvo un primer contacto con los solicitantes de asilo en verano, cuando varios voluntarios de la comunidad se trasladaron hasta Lesbos y Samos para «demostrar, a través de numerosas iniciativas, su solidaridad con los refugiados presentes en las dos islas».