El informe Sauvé no ha afectado a la fe de los católicos, pero sí a la confianza en la Iglesia

La publicación del informe de la comisión independiente sobre los abusos sexuales cometidos en el seno de la Iglesia en Francia (CIASE, por sus siglas en francés) –que cifra en 330.000 las víctimas en los últimos 70 años– ha sido un golpe duro para los católicos. La mayoría están enfadados y tristes con la Iglesia, pero no se han cuestionado su fe, tal y como se desprende de una encuesta realizada por el instituto IFOP para el periódico francés La Croix.

En ella, el 85 % de los encuestados reconocieron haber sentido rabia y tristeza al conocer los resultados del estudio encabezado por el exvicepresidente del Consejo de Estado de Francia, Jean-Marc Sauvé. Un porcentaje menor, aunque todavía significativo, mostró vergüenza.

En general, estos hechos no han afectado a la fe los católicos franceses, pues solo el 9 % dijo haber tenido muchas dudas frente al 73 % que no se las había planteado. Eso sí, hay un grupo importante que no otorga credibilidad a los resultados del informe (58 %) y que cree que se habla demasiado del tema (71 %).

El mayor impacto de la investigación recae sobre la Iglesia a nivel institucional. El 66 % de los católicos no confía en la Iglesia en materia de protección de menores, un porcentaje que fluctúa en función de si hablamos de católicos practicantes (45 %) o no practicantes (76 %).

La encuesta también cuestiona a los católicos sobre las medidas que esperan que la Iglesia tome ante esta realidad. Entre el 80 % y el 91 % cree que es necesario pedir perdón a las víctimas, cambiar el discurso en materia sexual, dar un mayor protagonismo a las mujeres, repartir más el poder e indemnizar a las víctimas. Genera más división la cuestión del secreto de confesión.

Con todo, el 84 % de los fieles católicos en Francia señaló que el trabajo que está haciendo la Iglesia en materia de abusos sexuales a menores puede ayudar a toda la sociedad a poner luz sobre esta realidad, pues afecta a todas sus esferas, fundamentalmente a la familia.

Los obispos franceses estudiarán el informe

Por su parte, los obispos franceses dedicarán varios días de su Asamblea Plenaria –se celebra en Lourdes del 2 al 8 de noviembre– a la recepción del informe Sauvé. Además del trabajo personal y grupal sobre el documento, durante la reunión recibirán a víctimas y a personas que trabajan con ellas en centros de escucha, así como sacerdotes, laicos y miembros de distintas organizaciones eclesiales.

El punto culminante de todo este trabajo será una celebración penitencial y de oración en el atrio de la basílica de Nuestra Señora del Rosario en Lourdes.