El IEME explora nuevos caminos para la misión ante la escasez vocacional
Entre las propuestas del Instituto Español de Misiones Extranjeras (IEME) se encuentra el envío a la misión de sacerdotes jubilados o la puesta en marcha de una institución similar al IEME en los territorios de misión
A nadie se le escapa que hoy la Iglesia está viviendo una escasez de vocaciones de todo tipo. Lejos quedan aquellos años en los que los seminarios estaban abarrotados y en los que había un sacerdote para cada pueblo. «Cuando yo estudié, en mi curso éramos 200 y en todo el seminario menor había 500 chicos. Ahora vas a mi diócesis, Burgos, y hay 16 contando todos los cursos», rememora el sacerdote Luis Ángel Plaza, director general del Instituto Español de Misiones Extranjeras (IEME).
Pero «a pesar de la escasez de vocaciones, estamos en un momento apasionante. Se están abriendo nuevos caminos», asegura el director general de la institución. Por ejemplo, «hay un grupo de sacerdotes jubilados que se están preparando para ir a la misión» o también «tenemos la intención de exportar la idea del IEME a los territorios de misión».
Un IEME brasileño
Se trata de que «las diócesis que un día recibieron misioneros se conviertan ahora en diócesis misioneras» y que los «sacerdotes diocesanos locales puedan salir a la misión de igual modo que los presbíteros españoles están saliendo con el IEME». «Está muy bien eso de recibir misioneros, pero también hay que dar», pide Plaza.
Uno de los primeros lugares donde se está preparando la puesta en marcha del IEME es en Brasil, concretamente en Bahía. Allí «tenemos a varios compañeros que están formando a algunos sacerdotes brasileños, dos o tres, para que se vayan de misión a Mozambique», asegura el director general, que ha sido misionero en el país sudamericano durante más de 20 años.
La idea cuenta con el respaldo de los obispos brasileños de la región –cerca de una veintena–, a los que «les ha parecido una idea muy interesante» y «se han puesto de acuerdo para apoyar la iniciativa», asegura Luis Ángel Plaza.