El I Congreso Internacional de Naprotecnología plantea una alternativa a los problemas de infertilidad
«Existe una gran necesidad de dar respuesta a mucha gente que no quiere recurrir a las técnicas de reproducción asistida. Muchas veces, los médicos no sabemos qué dar», afirma el doctor Jaime Siegrist, uno de los ginecólogos españoles formados en naprotecnología, una forma de abordar la ginecología que aúna la medicina y los métodos naturales de reconocimiento de la fertilidad para abordar problemas como la infertilidad. Los días 8 y 9 de noviembre, se celebra en España el I Congreso Internacional de esta disciplina, organizado por Fertilitas
El ginecólogo madrileño Jaime Siegrist solo había oído hablar de la naprotecnología de pasada. Pero cuando una de las pacientes de su consulta privada se quedó embarazada a pesar de tener problemas de fertilidad conoció más en profundidad esta forma de abordar la ginecología, que aúna los métodos naturales de reconocimiento de la fertilidad con la investigación, el diagnóstico y el tratamiento médicos de las causas subyacentes, en problemas tanto de fertilidad como ginecológicos de otro tipo.
Decidió formarse en esta disciplina, y durante este año ha participado en dos tandas de sesiones formativas, una en enero en la Universidad Francisco de Vitoria, y otra en abril en Estados Unidos. Le acompañaban otros seis médicos españoles y cinco de otros países europeos en la primera formación en naprotecnología que se impartía en España.
Dentro de unos días, el doctor Siegrist compartirá su experiencia en el marco del I Congreso Internacional de Naprotecnología, que organiza Fertilitas los días 8 y 9 de noviembre. En el encuentro participará el desarrollador de este enfoque médico, el doctor estadounidense Thomas W. Hilgers, fundador del Instituto Pablo VI para el Estudio de la Reproducción Humana de Omaha (Nebraska, Estados Unidos).
«Existe una gran necesidad de dar respuesta a mucha gente que no quiere recurrir a las técnicas de reproducción asistida. Muchas veces, los médicos no sabemos qué más soluciones dar». No lograr un embarazo es un problema que afecta al 17 % de las parejas, como apunta la doctora María Lombarte, otra de las doctoras que se ha formado en naprotecnología con Fertilitas durante este año. «Es una situación muy difícil para un matrimonio que quiere formar una familia y ve cómo los hijos no vienen. La naprotecnología supone una nueva esperanza», añade.
La reproducción asistida no es la única salida
Cualquier ginecólogo –explica el doctor Siegrist– puede hacer un primer estudio a una paciente que no logra quedarse embarazada, y solucionar los pequeños problemas con los que se encuentre. Pero si esto no da resultado, en la sanidad pública se la suele derivar a las consultas específicas de fertilidad y, en la privada, a clínicas de reproducción asistida. «Allí sí se hace un estudio profundo, buscando las causas o patologías existentes. Pero solo se tratan las que puedan afectar al resultado» de técnicas como la fecundación in vitro.
Esto, además de dejar sin atención a las parejas que rechazan estas prácticas, supone una importante pérdida de tiempo para otras. «Las listas de espera son muy largas: puedes tardar dos o tres años hasta que tienes acceso a un ciclo». En ese mismo tiempo –añade– se podría haber realizado un tratamiento casi completo en naprotecnología, con el que en algunos se podría haber logrado un embarazo.
En el caso de optar por esta alternativa –explica la doctora Lombarte– «el ginecólogo lleva a cabo un estudio específico tanto del varón como de la mujer, puesto que en la mayoría de los casos no habrá sólo una causa que justifique la esterilidad de la pareja, sino que será multifactorial». Puede tratarse de desequilibrios hormonales, trastornos de otro tipo (por ejemplo, intolerancias alimentarias) o problemas anatómicos solucionables con cirugía.
Menos frustración y ansiedad
El enfoque innovador de la naprotecnología es que, al coordinar la vertiente diagnóstica y médica con los métodos naturales de reconocimiento de la fertilidad, se pueden programar las pruebas médicas en momentos muy concretos del ciclo menstrual femenino, y utilizar también el conocimiento de este para pautar los posibles tratamientos.
Con todo, la «gran diferencia» que ve el doctor Siegrist entre las varias pacientes suyas que ya han recurrido a la naprotecnología y las que han pasado por la reproducción asistida es que «estas últimas se cansan mucho y les genera una gran frustración y ansiedad. Las que están en naprotecnología lo viven de forma más liberadora, porque el enfoque cambia: no se trata de conseguir un hijo a toda costa, sino mejorar la salud», que luego puede o no derivar en un embarazo. «Y eso siempre viene bien».
Un servicio integral
Aunque la naprotecnología llegó a España hace ya varios años de la mano de algunas doctoras que se formaron independientemente en el Instituto Pablo VI y que colaboraban con monitoras del método Creighton de diagnóstico de la fertilidad, hace un año Fertilitas implantó en nuestro país el primer modelo de un servicio integral.
La novedad, también respecto al resto de países en los que hay centros de fertilidad especializados en naprotecnología, es que coordina de forma más estrecha y ofrece servicios centrales de administración a los distintos profesionales. En vez de los servicios puntuales (curso de Creighton, consultas médicas) se paga una cuota mensual. Sus responsables reconocen que el coste final es más elevado, pero a cambio cuentan con una red de laboratorios donde se pueden obtener descuentos en las diversas pruebas médicas que sean necesarias. Además, Fertilitas está vinculada a la fundación Ciento por Uno, que ofrece becas tanto a los matrimonios que no pueden costearse el tratamiento como a los médicos que quieren formarse.
El fundador, en España
Ahora, organiza el I Congreso Internacional de Naprotecnología con el deseo –explica la doctora– de que «todo el mundo pudiera conocer la Naprotecnología para que se presente como una alternativa de tratamiento de los problemas de fertilidad, viendo la esterilidad no como una patología en sí misma sino como un síntoma de otra patología subyacente» que se puede intentar solucionar.
Al congreso asistirán ginecólogos, obstetras y expertos en la materia, encabezados por el médico estadounidense Thomas W. Hilgers, creador de la naprotecnología. Empezó con el reconocimiento de la fertilidad de la pareja mediante el método Creighton, y ha acabado creando todo un sistema alrededor llamado FertilityCare.
Además, la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid estará presente en la sesión inaugural, de la mano de la gerente asistencial de Atención Hospitalaria, la doctora Bárbara Fernández Álvarez-Robles. Asistirá también el rector de la Universidad Francisco de Vitoria y representantes de la comunidad biosanitaria y de la sociedad civil, en particular miembros de otras universidades como la CEU San Pablo, la Universidad de Navarra y la Universidad Católica de Murcia.