El greenwashing en el punto de mira en España - Alfa y Omega

El greenwashing en el punto de mira en España

Organizaciones han denunciado a una petrolera española por anunciar como «sostenibles» biocombustibles que vinculan con la deforestación en Indonesia. La Iglesia critica el blanqueo verde

Ester Medina
Planta de Repsol en Puertollano
Planta de Repsol en Puertollano. Foto: ABC.

«Otra alternativa para reducir emisiones. En Repsol estamos comprometidos con el hidrógeno como una fuente de energía que ofrece distintos usos», se podía leer junto a unas gotitas de agua. Este anuncio, publicado por la petrolera el año pasado en Reino Unido, le ha supuesto recientemente la segunda amonestación por parte del máximo órgano regulador de la industria publicitaria en el país, la Advertising Standards Authority. Según explica el fallo, el anuncio «da la impresión de que una parte significativa de su negocio» consiste en energía de bajas emisiones de CO2, como el hidrógeno renovable. Omitía información relevante sobre la proporción de esas energías limpias en su actividad total. Greenwashing, ecoblanqueo, blanqueo verde, ecopostureo. Existen diversidad de términos para definir lo mismo: el lavado de imagen de compañías que presumen de tener un compromiso con el medioambiente con el objetivo de vender más. En España, el pasado mes de abril Ecologistas en Acción, la Federación de Consumidores y Usuarios CECU y Greenpeace España presentaron ante la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia y ante la Dirección General de Consumo dos denuncias contra Repsol por «declaraciones ambientales engañosas», según anunciaron a los medios. Aseguraban que la empresa hace pasar como «sostenibles» biocombustibles elaborados con aceite de palma cuya fabricación relacionaban con la deforestación en Indonesia. Repsol alegó que la denuncia no tiene fundamento jurídico porque la UE «considera válida» esta «solución». Según la empresa, estas demandas «tratan de confundir a la sociedad, cuando la materia prima que se emplea está regulada por la normativa, supervisada y certificada».

«Ningún banco del IBEX 35 se está descarbonizando»
Miguel Ángel Soto
Greenpeace

El ecoblanqueo «empezó con el boom de las declaraciones verdes y de repente todo tenía que ser bio, natural, sostenible, artesano, ecológico o similar», explica para Alfa y Omega Miguel Ángel Soto, portavoz de Greenpeace. «Las empresas quieren estar en esa narrativa porque saben que el público joven es más receptivo a estos mensajes». No indicar bien el reciclado de las cápsulas de café usadas; marcas de pintura que dicen no usar determinados componentes cuando solo cumplen un requisito legal o lavadoras de las que se dice que consumen un 30 % menos de energía sin concretar que solo sucede con el programa eco. Y, así, múltiples informaciones que pueden llegar a calificarse de engañosas y que alimentan un buenismo corporativo que solo mira por su propio beneficio. «Es difícil encontrar una empresa que diga que no está comprometida con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), los Acuerdos de París o los derechos humanos, pero, al final, siguen con el mismo modelo de producción y no se ven cambios reales», afirma Soto.

En la cumbre del clima COP27  de 2022, un grupo de expertos de la ONU presentó una guía para evitar el lavado verde, instando por ejemplo a las empresas a que sus planes de transición ecológica sean detallados y con reducciones inmediatas. También pone especial énfasis en la necesidad de que cualquier plan cubra toda la cadena de producción. Esto es relevante por ejemplo a la vista de las acusaciones de la ONG británica Earthsight contra un gigante textil, también de origen español. Según su investigación, a pesar de contar con la certificación Better Cotton, «esta ropa de origen supuestamente sostenible está asociada con la deforestación, el acaparamiento de tierras y la violencia contra las comunidades tradicionales en Brasil». A principios de año, el Consejo de la Unión Europea aprobó una directiva sobre el blanqueo ecológico con normas tan concretas como prohibir las afirmaciones ecológicas no acompañadas por un comportamiento reconocido o denegar etiquetas de sostenibilidad que no estén basadas en un sistema de certificación oficial.

La propuesta de la Iglesia

El coordinador del movimiento Laudato Si’ en España, Antonio Garrido, define el greenwashing como una práctica «hipócrita» y asegura que esto sucede porque «nos subimos a la moda del ecologismo» sin asumir un compromiso real. Para ello, sugiere tomar en serio la propuesta del Papa Francisco de una verdadera ecología integral «en la que todo está conectado», desde el que planta la semilla hasta el que acaba consumiendo el producto. «La propuesta de la Iglesia sigue siendo la de siempre: ver, juzgar y actuar», añade Garrido.

«Desde la UE se buscan respuestas pero está poco desarrollado»
Antonio Garrido
Movimiento Laudato Si’

Organizaciones católicas como CIDSE (Alianza Internacional de ONG Católicas de Desarrollo), el Centro Social Europeo Jesuita o el Movimiento Laudato Si’ han advertido en numerosas ocasiones de los peligros de este lavado verde de las grandes compañías y animan a «promover una transición verdaderamente ecológica que responda tanto al grito de la tierra como al grito de los pobres». En este sentido, ponen como ejemplo de avance que muchas organizaciones cristianas han dejado de invertir en combustibles fósiles y «representan el 35 % de todos los compromisos de desinversión a nivel mundial».