El Gobierno rechaza la mediación de la Iglesia para aprobar la regularización de migrantes

La ministra de Educación y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ha pedido a la Iglesia «respetar el proceso legislativo» después de que la Conferencia Episcopal Española se ofreciera el lunes como mediadora entre PSOE y PP para sacar adelante la iniciativa legislativa popular (ILP) para regularizar a 500.000 migrantes en situación irregular. La ILP «ahora mismo se está debatiendo en el Congreso». Por ello, «lógicamente, en nombre del Gobierno, más allá de celebrar y apoyar que se haya abierto este debate, creo que lo que tenemos que hacer es respetar el proceso legislativo que en este momento se está viviendo y que los grupos parlamentarios realicen su trabajo», ha precisado Alegría este martes, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, según recoge Europa Press.

En todo caso, la portavoz también ha defendido la regularización de migrantes mediante la figura del arraigo que «viene aplicando» el Gobierno hasta ahora. «En este caso, estamos hablando de una medida que es de aplicación individualizada, que contempla múltiples supuestos y que viene, además, aplicándose de una forma absolutamente normalizada», ha asegurado.

El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, ofreció este lunes al Partido Socialista y al Partido Popular su mediación para que aprueben juntos la regularización extraordinaria de cerca de medio millón de migrantes. La ILP que la promueve llegó al Congreso de los Diputados con el respaldo de más de 600.000 firmas. Pero hoy se ha quedado congelada después de la modificación del reglamento de la ley de extranjería.

«Proponemos a los dos grupos políticos mayoritarios en las Cortes Generales que se reúnan para afrontar el problema e impulsar la tramitación de la iniciativa legislativa popular», subrayó el también arzobispo de Valladolid, durante la apertura de la Asamblea Plenaria de la CEE. Así, Argüello exhortó a los responsables políticos a «resolver un grave problema en el que la dignidad y el bien común están afectados», así como a «superar polarizaciones estériles y abordar los graves problemas comunes desde legítimas diferencias, pero buscando puntos de encuentro».

«Estamos dispuestos a ofrecer un cauce que facilite el encuentro y el diálogo. Por eso en próximas fechas quisiéramos trasmitirles esta iniciativa y sugerirles la posibilidad de un diálogo sobre el asunto», indicó.