El Gobierno de la India creará una comisión para investigar la violencia en Manipur
En la última semana varias aldeas e iglesias de las minorías tribales, mayoritariamente cristianas, han sufrido ataques
El Ministerio del Interior de la India ha ordenado una investigación judicial sobre la violencia que lleva produciéndose un mes en el estado nororiental de Manipur, y que se ha saldado ya con 70 víctimas mortales. Lo que comenzó como un conflicto étnico por la decisión de conceder los derechos de los grupos tribales protegidos a la mayoría meitei ha quedado teñido por un fuerte componente religioso.
A raíz de las protestas de la minoría kuki y otros grupos tribales, mayoritariamente cristianos, se están produciendo ataques contra sus aldeas e iglesias. Se sospecha que los autores son miembros de la etnia meitei, mayoritariamente hindú, que constituye el 53 % de la población de Manipur.
Amit Shah, ministro federal de Interior, concluyó el pasado jueves una visita de cuatro días por la región. En declaraciones a los medios, informó de que una comisión judicial «investigará la causa e identificará a los responsables», según recoge UCA News.
Además, se creará un comité de pacificación encabezado por la gobernadora de Manipur, la Anusuiya Uikey, perteneciente a una minoría tribal. Un comando único coordinará a las distintas agencias responsables de la seguridad. Sin embargo, Shah rechazó suspender las competencias del Gobierno estatal e imponer directamente la autoridad federal, como habían pedido los kuki. Tanto Shah como el ministro jefe estatal, Biren Singh, pertenecen al partido nacionalista hindú BJP.
45.000 desplazados
El Gobierno local asegura que «sigue llegando información de incidentes como el incendio de casas». Por ello, los cortes de internet se han prolongado hasta el 5 de junio, con el objetivo de evitar la difusión de mensajes, vídeos e imágenes que inciten al odio.
Según declararon líderes cristianos locales, la violencia contra sus aldeas persiste y 45.000 personas han huido. «Las víctimas más afectadas son los cristianos y otros grupos indígenas», afirmaron a UCA News.
En la última semana, AsiaNews ha recopilado información de varios incidentes. Por ejemplo, la aldea cristiana de Zou Veng sufrió un ataque, y parte del municipio de Sugunu quedó destruido. 60 de las 100 casas de una población tribal ardieron, y también la Iglesia. En la cercana Langching, también fueron quemadas 150 casas.
El 28 de mayo, el Consejo Regional de Obispos del Noreste de la India mostró su «gran dolor e intensa ansiedad» por estas tragedias. «El ambiente sigue siendo tenso. Aún se informa de dolorosos incidentes. Aunque hemos comenzado ya la asistencia humanitaria, no estamos en absoluto en posición de lidiar con esta situación. Pedimos ayuda a favor de los que sufren», expresó John Moolachira, presidente del consejo. Asimismo, «pedimos a los intelectuales y pensadores creativos de las comunidades que ideen formas de suavizar la situación».