El español Miguel Maury será el nuncio en Gran Bretaña
Madrileño de nacimiento, entiende que la diplomacia eclesiástica está «al servicio del hombre, de trabajar por la paz, la convivencia y las relaciones humanas»
El sacerdote madrileño Miguel Maury Buendía será el nuevo nuncio apostólico en Gran Bretaña. Así lo ha anunciado el Vaticano este jueves. Hasta ahora, era el representante de la Santa Sede en Rumanía y Moldavia. Maury sustituye en el cargo a Claudio Gugerotti, a quien el Papa Francisco nombró prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales el 21 de noviembre de 2022. Según ha informado Maury a Alfa y Omega, se instalará en su nuevo destino dentro de 15 días, poco antes de la coronación del rey Carlos III el próximo 6 de mayo.
Nacido en 1955, el diplomático español fue ordenado sacerdote en 1980. Hasta 1984, ocupó el puesto de vicario parroquial en Collado Villalba (Madrid). Después optó por la diplomacia, y tras formarse en la Pontificia Academia Eclesiástica de Roma entró en el Servicio Diplomático de la Santa Sede en 1987.
En entrevista con Alfa y Omega, explicaba en 2016 que la diplomacia de la Iglesia «no tiene elementos militares ni comerciales. No tenemos petróleo que comprar ni naranjas que vender». Se trata, en cambio, de «una diplomacia al servicio del hombre, de trabajar por la paz, la convivencia y las relaciones humanas, a cualquier nivel». Su otra gran función es «facilitar a los fieles católicos en los distintos países que puedan vivir en libertad su fe; sin privilegios, pero con libertad».
Diálogo interreligioso
Esta labor es por la que ha trabajado como secretario en las nunciaturas de Ruanda, Uganda, Marruecos y Nicaragua, y también cuando fue consejero en las de Egipto, Eslovenia y Macedonia, e Irlanda. Compatibilizó estos cargos con otros no diplomáticos, como profesor en el Seminario Nacional de Nicaragua y en el Liceo Italiano en El Cairo (Egipto).
Entre 2004 y 2008 fue el encargado de los países del sudeste europeo en la Sección para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado de la Santa Sede. El 19 de mayo de 2008, el Papa Benedicto XVI lo nombró arzobispo titular de Itálica y nuncio en Kazajistán; cargo al que dos meses más tarde se sumaron Kirguistán y Tayikistán.
Durante su tiempo en Kazajistán, participó en varias ediciones del Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales —en cuya séptima edición participó el Papa Francisco en septiembre pasado—. Poco antes del celebrado en 2012, en entrevista con este semanario Maury manifestó que «lo ideal» sería que estas citas «ayudasen a superar prejuicios y cambiar positivamente las mentalidades».
Valoró además que estas convocatorias «no pretenden promover ningún tipo de discusión doctrinal o de absurdo sincretismo. Su principal objetivo es suscitar la colaboración entre los líderes de los creyentes de las principales tradiciones religiosas». Todo ello para fomentar «los valores que comparten» las grandes religiones, sobre todo el judaísmo, el cristianismo y el islam.
El nuncio español permaneció en Asia central hasta diciembre de 2015, cuando el Papa Francisco lo destinó a Rumanía, y desde enero del año siguiente también a Moldavia. Cuatro años después, pudo participar en la visita a Rumanía del Papa Francisco, durante la cual beatificó a siete obispos grecocatólicos mártires. En esa ocasión, Maury mostró su esperanza de que la celebración ayudara «a reconocer la deuda» del país con la Iglesia católica de rito bizantino, «a apreciar a esos pastores que prefirieron la cárcel hasta la muerte antes que traicionar su fe».