González de Lara ante las Semanas Sociales: «El elemento de progreso es el factor moral»
Comienza en Sevilla una nueva edición de las Semanas Sociales con el objetivo de reflexionar sobre la regeneración de la vida pública a la luz de la doctrina social
«La Iglesia es de Cristo y del Evangelio. Ni de derechas ni de izquierdas». Con esta frase, el arzobispo de Sevilla y anfitrión de la nueva edición de las Semanas Sociales, José Ángel Saiz Meneses, reivindica que la Iglesia no debe entrar en política y que su papel es el de iluminar la situación de las personas y de la sociedad. Como diría Benedicto XVI en Caritas in veritate, «no ofrece soluciones técnicas, sino criterios que se basan en el Evangelio y la doctrina social».
Esta es, precisamente, la propuesta de las Semanas Sociales, que se han renovado para abordar los problemas sociopolíticos y económicos de nuestro país desde la enseñanza social de la Iglesia y que tienen desde este jueves y hasta el sábado sus actos centrales en Sevilla sobre la cuestión de La regeneración de la vida pública. Serán días para compartir el trabajo previo en las diócesis y también para establecer cauces de diálogo entre políticos de distinto signo y representantes de la sociedad civil, entre empresarios y representantes del tercer sector.
El análisis de esta realidad desde el punto de vista de la empresa contará con la participación de Javier González de Lara, presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA). En conversación con Alfa y Omega, apuesta por los valores de la empresa, ahora «desterrados». Se refiere «al esfuerzo, al tesón, al mérito, a la iniciativa y al sacrificio», entre otros. Del mismo modo, defiende que la mayoría de los empresarios tienen un compromiso con la sociedad y añade que «el elemento de progreso es el factor moral». Así, es partidario de un modelo solidario de empresa, donde «cabe el desarrollo personal y empresarial». «Se ha visto con la pandemia, en la que hemos sido los sanitarios de la economía, el escudo social para mantener los empleos…», asegura.
Como cristiano, así se confiesa públicamente sin ningún rubor, la doctrina social de la Iglesia le marca su labor diaria como empresario, sobre todo, en lo que se refiere al respeto de la dignidad humana. También se asienta en su experiencia de fe la vocación de servicio, el ser útil a los demás. «Creo que la doctrina social ofrece una respuesta a los problemas económicos y sociales. No es de ahora, la fundó Cristo. Tiene su esencia en el Evangelio. La encíclica Centessimus annus dice que no existe verdadera solución para la cuestión social fuera del Evangelio», añade.
El empresario también puede hablar del diálogo con conocimiento de causa. Fue premiado en 2006 por su contribución al diálogo social en Málaga, la provincia que lo vio nacer. «Es como la salud. Te acuerdas de él cuando falta. Es el mejor vehículo para el conocimiento y el entendimiento. El modelo de consenso en el ámbito social debería recuperarse en el político», concluye.
Desde el ámbito de la política participará Sol Cruz-Guzmán, diputada del Partido Popular y portavoz en la Comisión de Cultura en el Congreso de los Diputados. Es crítica con la situación de la vida política en la actualidad. De hecho, señala en conversación con este semanario que «no vive el momento más ejemplar para hablar de valores». Si en otro tiempo fue la corrupción, hoy tiene en el debe la falta de transparencia y el escaso compromiso con la palabra dada. «Vivimos en una vorágine en la que un día puedes afirmar una cosa y a los tres meses hacer la contraria. Los ciudadanos se sienten defraudados y desconcertados por estos cambios de criterio», explica. Vive con especial frustración la falta de acuerdos. Y pone un ejemplo a raíz de la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado: «Presentamos más de 2.000 enmiendas y los grupos que apoyan al Gobierno no han aceptado ninguna. Se negocia con los partidos y no con las ideas ni los proyectos. Debería ser al revés», explica.
Muy vinculada a la Hermandad del Valle de Sevilla y formada en las irlandesas y los jesuitas, defiende que la voz de la Iglesia esté presente en la vida pública. Se atreve, incluso, a darle un pequeño tirón de orejas: «Hay religiones que nos hacen llegar información de manera constante. A la Iglesia católica le falta un poco de empuje, que nos envíen sus propuestas».
En Sevilla se podrán escuchar. Serán testigos el alcalde de la ciudad, Juan Espadas, en la inauguración, y el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, en la clausura.
La Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE) aprobó la semana pasada un decreto general sobre protección de menores y frente a los abusos que «pone al día» la normativa que los propios obispos habían elaborado en marzo de 2020. Han incorporado la reforma del libro VI del Código de Derecho Canónico del pasado mes de junio, así como el vademécum publicado por la Santa Sede.
De este modo, según comunicó la propia CEE, la española se convierte «en la primera conferencia episcopal en el mundo que aprueba este conjunto de normas» y avanza que tendrá validez «en todas las diócesis, en las instituciones religiosas de derecho diocesano». Entrará en vigor en cuanto reciba la aprobación por parte de la Santa Sede.
Con todo, el secretario general y portavoz de la CEE, Luis Argüello, que fue el encargado de realizar el anuncio desde Santiago de Compostela –a donde los obispos peregrinaron el pasado viernes con motivo del Año Santo Compostelano–, señaló que no van a realizar una investigación histórica, pues «lo decisivo es el conocimiento de las víctimas». Eso sí, el también obispo auxiliar de Valladolid reconoció que en ninguna de las plenarias en las que han tocado este tema han participado víctimas de abusos.
Al margen de esta cuestión, los obispos españoles manifestaron su deseo de que el Papa Francisco viaje a Santiago de Compostela en 2022 y anunciaron la publicación de un documento sobre la situación actual de la sociedad española que se titulará Persona, familia y bien común.