El corazón del Evangelio en el corazón de Barcelona
La Comunidad del Cordero va a ampliar su presencia en Barcelona, donde ya lleva 25 años, con la construcción de un «pequeño monasterio» para las Hermanitas en el céntrico barrio de Poblenou. Un monasterio que busca ser «un lugar de luz y de paz en medio de la ciudad, para poner al alcance de la mano y del corazón de todos el Evangelio»
Quienes paseen por el casco antiguo del barrio barcelonés de Poblenou, en el corazón de la Ciudad Condal, entre casas bajas, humildes edificios y parques, pronto podrán descubrir «un lugar de luz y de paz en medio de la ciudad, para poner el Evangelio al alcance de la mano y del corazón de todos», que así es como definen las Hermanitas del Cordero sus «pequeños monasterios». Y es que esta Comunidad, que ya lleva 25 años sirviendo y evangelizando entre los más pobres de Barcelona, ultima la construcción de un monasterio (que se llamará Luz del Cordero), donde hoy se ubica el templo de Sant Bernat Calbó, que será demolido por graves problemas en su estructura.
Como explican las propias Hermanitas en su web, «deseamos que la simplicidad de su arquitectura refleje la humildad de Jesucristo y que los que acudan, pobres y ricos, jóvenes y mayores, puedan encontrar una fuente de agua viva». Por eso, el nuevo monasterio incluirá una capilla abierta a los vecinos; la vivienda de las religiosas (donde se preparan para la misión, y que contará con zona para el desierto y una enfermería para Hermanas ancianas); así como un espacio de acogida, de casi 200 metros cuadrados, en el que contarán con «un refectorio, una sala de encuentros, locutorios, celdas de acogida para jóvenes y un lugar para una acogida de urgencia».
Cómo ayudar a ayudar
La construcción del monasterio está incluida en el Plan Especial de Mejora Urbana, aprobado por el Ayuntamiento de Barcelona, y el terreno ha sido cedido por el Arzobispado de Barcelona para los próximos 90 años, a condición de que esté construido en menos de dos y lo financien las Hermanitas. Por eso, y dado que la Comunidad vive de la Providencia, serán las religiosas quienes realicen el trabajo no cualificado, además de hacer frente a la construcción gracias a donaciones económicas y en especie. Y aunque han abierto una cuenta en La Caixa (2100 0546 01 0101197385) para donativos –que desgravan a Hacienda–, piden, sobre todo, oración, «que está haciendo posible muchos imposibles. No existe cimiento más sólido. La experiencia en otras ciudades muestra que es la oración lo que ha permitido acabar cada uno de los que existen. Contamos con cada uno».