El Congreso consagra el aborto como un derecho en España

La reforma de la ley del aborto impulsada por el Gobierno de Pedro Sánchez bajo la iniciativa de la ministra Irene Montero ha concluido su recorrido en el Parlamento. Después de pasar por el Senado, la mayoría del Congreso la ha aprobado este jueves por 185 votos a favor frente a 154 en contra y sin abstenciones.

En un tenso debate en la Cámara Baja, la ministra de Igualdad ha señalado que en España «el aborto es un derecho» y ha alertado de que la ley «no acaba con esta votación», pues a partir de ahora «toca trabajar para garantizar, cuando entre en vigor, que en todos los hospitales públicos haya personal suficiente para la interrupción voluntaria del embarazo, respetando la objeción de conciencia».

En el debate, Lucía Muñoz, de Unidas Podemos, ha apuntado que estamos «en un momento histórico», mientras que el diputado Iñigo Errejón ha destacado que «el aborto es un derecho y no se toca», pidiendo que «dejen a las mujeres en paz».

Por el contrario, Lourdes Méndez Monasterio, de Vox, ha explicado que «el derecho a la vida es un valor esencial que no se decide por consenso», pues «los principios y las convicciones se tienen o no se tienen, pero no se consensúan».

Según Marta González, diputada del PP, la prohibición de facilitar más datos a la mujer «supone tratarla de manera infantil, al impedir que acceda a esa información para una toma de decisión madura y adulta. El Gobierno lleva su sectarismo hasta tal punto que lo elimina».

«Hacia el abismo de la autodestrucción»

La ley está encontrando numerosas resistencias en la sociedad civil. Esta misma mañana, mientras en el exterior del Congreso se concentraban algunos manifestantes de la fundación MásVida, representantes de distintas confesiones religiosas registraban en la Cámara Baja la Declaración interreligiosa sobre la dignidad de la vida humana firmada el miércoles en Madrid.

«Esta ley solo beneficia a los empresarios de la muerte y a una ideología corrupta, perversa y manipuladora que se lucra desde hace décadas con las vidas de nuestros más pequeños y el sufrimiento de sus madres», afirma a Alfa y Omega Alicia Latorre, presidenta de la Federación Española de Asociaciones Provida.

Para Latorre, la nueva norma «no solo legitima la muerte de inocentes y priva a las madres de información y de ayuda», sino que también «trata de impedir que se salve la vida de ese hijo, incluso a su propia madre, a quien se le urge para que no reflexione, para que actúe contra su hijo y contra sí misma en un momento de confusión, miedo, incertidumbre y soledad».

«Es tristísimo —concluye— que después de más de 40 años de aborto en España, en vez de aprender lo devastador que es y lo tétrico del negocio e ideología que lo sustenta, España vaya ciega al abismo de la autodestrucción».

En cualquier caso, las asociaciones provida «seguimos en la brecha», dice Latorre, y ya se preparan para celebrar los días 3 y 4 de marzo su XXV Congreso Nacional Provida, sabiendo que «esta ley no es algo inamovible» y que «no debemos ser derrotistas ni bajar el listón, porque en el tema de la vida no valen posturas ambiguas».