El cardenal Zuppi arranca en Ucrania su misión como mediador
«Es más una misión de trabajo, de estudio», ha explicado sobre su visita el nuncio en el país. Está previsto que continúe en Moscú. «Más adelante se evaluará sobre qué poner los acentos»
La esperada misión del cardenal Matteo Zuppi a Ucrania ha comenzado este lunes. Así lo ha confirmado la Santa Sede en un comunicado de prensa. Zuppi estará en Ucrania hasta el martes, 6 de junio. El objetivo de la visita es «escuchar en profundidad a las autoridades ucranianas sobre posibles vías para alcanzar una paz justa y apoyar gestos de humanidad que contribuyan a aliviar las tensiones».
«Primero escuchará», ha asegurado el nuncio en el país, Visvaldas Kulbokas. En declaraciones a Avvenire, el también colaborador de Alfa y Omega explicaba que «todo lo demás está por decidir». Durante los dos días que esté en el país, el cardenal italiano se reunirá con diversas personalidades, tanto civiles como religiosas, aunque el nuncio no ha querido desvelar nombres. Se barajan entre otros un encuentro con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y con el ministro de Asuntos Exteriores, Dmitro Kuleba.
Un portavoz de este ministerio declaró a la agencia italiana ANSA que el Gobierno ucraniano considera la visita «otra oportunidad para que el Vaticano vea de cerca la realidad de la guerra de agresión de Rusia y tenga información detallada sobre la fórmula de paz en diez puntos de Zelenski con el objetivo de traer una paz justa y duradera a Ucrania». También ha insistido en que Kiev «espera esfuerzos del Vaticano para ayudarnos a traer a casa a los niños ucranianos que fueron llevados ilegal y forzosamente a Rusia». Así se lo pidieron a Francisco tanto el primer ministro como el presidente en los últimos meses.
Próxima parada, Rusia
En cuanto a líderes religiosos, en la agenda del cardenal Zuppi es de esperar que estén el mismo nuncio, así como el arzobispo mayor de los grecocatólicos ucranianos, Sviatoslav Shevchuk, y el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos Romanos, Vitalij Skomarovs’kyj. Especial interés pueden revestir asimismo los hipotéticos encuentros con el metropolita Epifano, de la Iglesia ortodoxa de Ucrania, y con Onofre, cabeza de la Iglesia ortodoxa ucraniana, que hasta la primavera pasada estaba vinculada al Patriarcado de Moscú.
«Es más una misión de trabajo, de estudio», que para alcanzar objetivos concretos, explicaba Kulbokas. Con la información y opiniones que recoja, «más adelante se evaluará sobre qué poner los acentos».
Está previsto que, después de Ucrania, el arzobispo de Bolonia visite también Rusia, en una fecha aún por determinar. Así lo ha asegurado la agencia rusa Tass, citando «una fuente informada en el Vaticano». Este segundo viaje «está en preparación». El lunes por la mañana, el portavoz del Kremlin, Dmiti Peskov, había afirmado que «por el momento» no estaba previsto en la agenda del presidente Vladímir Putin un encuentro con Zuppi.
El plan de Zelenksi
Zuppi no es ajeno a misiones de semejante complejidad. Vinculado a la Comunidad de Sant’Egidio, actuó como mediador en la guerra civil en Mozambique. El proceso de diálogo que este movimiento acompañó llevó en 1992 a la firma del Acuerdo General de Paz, en Roma.
Queda por saber qué impresiones llevará el cardenal al Papa Francisco de lo que escuche en Kiev. Aparentemente, el último gesto del Vaticano, el encuentro con el presidente Zelenski el 13 de mayo, no supuso un gran avance. El plan de Zelenski gira en torno a los diez puntos que propuso durante la cumbre del G20 en Indonesia, el pasado noviembre. Estos contemplan que, para que se produzca cualquier negociación, Rusia debe retirarse de todo el territorio ucraniano y volver a las fronteras de 1991.
Durante su visita al Vaticano, Zelenski subrayó a la RAI que «estamos muy interesados en involucrar al Vaticano en nuestra fórmula de paz». Y añadió que «con todo el respeto a Su Santidad, no necesitamos mediadores, necesitamos una paz justa». Una semana después, el Vaticano anunció que Francisco había encomendado a Zuppi «conducir una misión, de acuerdo con la Secretaría de Estado, que contribuya a aliviar las tensiones en el conflicto».
Contraofensiva ucraniana
La misión de paz de Zuppi ha arrancado en un momento en que siguen llegando noticias de ataques ucranianos en suelo ruso. Según informa EFE, dos aparatos no tripulados han caído en las últimas horas en una carretera en la región de Kaluga, región vecina de Moscú. Según el gobernador local, Vladislav Shapsha, los drones no explotaron tras la caída.
Mientras, el dirigente de la región de Bélgorod, Viacheslav Gladkov, ha informado este lunes de la caída de un explosivo lanzado desde un dron sobre una instalación energética local. «Está ardiendo una instalación energética. La causa preliminar del incendio es una bomba lanzada desde un dron. No hay heridos», escribió en Telegram. También las autoridades de la región de Kursk, fronteriza con Ucrania, denunciaron el «aumento de la actividades de los drones ucranianos» en la última semana.
Por otro lado, el Ministerio de Defensa de Rusia aseguró el pasado domingo haber frustrado una ofensiva a gran escala de las Fuerzas Armadas de Ucrania contra hasta cinco sectores diferentes del frente. El ataque, con el objetivo de «romper las defensas en el sector más vulnerable», no tuvo éxito. «El enemigo no ha logrado sus objetivos», explicó a la agencia Tass el portavoz de las Fuerzas Armadas rusas, Igor Konashenkov.