El cardenal Zen acude al funeral de Benedicto XVI tras recuperar su pasaporte
Un juez devolvió temporalmente el pasaporte al purpurado, que deberá regresar a Hong Kong el sábado
El funeral de Benedicto XVI ha congregado en la plaza de San Pedro a cerca de 50.000 fieles, 3.700 sacerdotes, 400 obispos y 130 cardenales. Entre estos últimos se encontraba Joseph Zen, arzobispo emérito de Hong Kong, que ha podido viajar hasta el Vaticano después de que un juez le haya devuelto el pasaporte temporalmente.
En una audiencia celebrada el martes a puerta cerrada, el magistrado Peter Law decidió que el purpurado podía salir de Hong Kong durante cinco días para asistir a las exequias del Papa emérito, según indicó una fuente a la agencia AFP. La decisión ha permitido que Zen haya podido volar hasta el Vaticano, donde permanecerá hasta el sábado 7 de enero.
El cardenal asiático tenía retirado el pasaporte después de su detención en mayo por un delito de «colusión con fuerzas extranjeras» al no haber registrado a tiempo un fondo de defensa legal para ayudar a los manifestantes antigubernamentales de 2019. El purpurado fue condenado en noviembre a una multa de 492 euros por instar a la comunidad internacional a imponer sanciones a Hong Kong, aunque la Justicia podría llegar a imponer cadena perpetua tras la aprobación en 2020 de la Ley de Seguridad Nacional.
Joseph Zen fue creado cardenal en 2006 por Benedicto XVI, al que tildó de «gran defensor de la verdad» en un artículo publicado horas antes de audiencia judicial del martes. En el texto, el purpurado asiático, que ha cuestionado en varias ocasiones el acuerdo suscrito entre el Vaticano y China bajo el pontificado del Papa Francisco, también alaba los logros que el Papa alemán consiguió para la Iglesia china.
El acuerdo del Vaticano y China fue renovado el 22 de octubre unos días antes de la condena a Zen, aunque un mes después, en noviembre, la Iglesia denunció que las autoridades chinas habrían nombrado por su cuenta a un obispo para una diócesis que no ha sido erigida por Roma, lo que rompe con «lo estipulado en el Acuerdo Provisional sobre el nombramiento de los obispos».