Omella y Calvo acuerdan trabajar conjuntamente sobre fiscalidad de la Iglesia, protección de menores o educación
Según ha informado la Conferencia Episcopal se ha establecido «una agenda amplia de trabajo para avanzar en un modelo que permita la colaboración y la resolución de las posibles discrepancias». Se ha nombrado también a las personas que se encargarán de ello, aunque no se han publicado los nombres
Iglesia y Gobierno trabajarán conjuntamente sobre cuestiones como la fiscalidad de la Iglesia, la protección de la infancia, las inmatriculaciones o la reforma del marco normativo de la educación, entre otras. Así lo ha confirmado este miércoles la Conferencia Episcopal Española (CEE) tras la reunión que mantuvieron en el Palacio de La Moncloa la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, y el cardenal arzobispo de Barcelona y presidente de la CEE, Juan José Omella.
Durante el encuentro, el primero entre ambos desde que el cardenal Omella accediera a la presidencia del Episcopado español, acordaron establecer «una agenda amplia de trabajo para avanzar en un modelo que permita la colaboración y la resolución de las posibles discrepancias que pudieran plantearse y se han designado a las personas encargadas de ello».
Revitalizar la comisión mixta
Asimismo, coincidieron en la revitalización de los trabajos de la comisión mixta, prevista en los Acuerdos con la Santa Sede, «como un espacio de trabajo y diálogo institucional que permita actualizar las relaciones entre la Iglesia y el Estado a los momentos en los que vivimos».
En este sentido, desde la CEE constatan «la buena disposición de ambos interlocutores, que han abordado sin restricciones cuestiones de interés» y recuerdan que la cita se enmarca en la ronda de contactos que la vicepresidenta primera va a mantener con las principales confesiones religiosas de nuestro país, pues ella es la responsable de las políticas sobre libertad religiosa.
Calvo ya mantuvo en febrero una reunión con el cardenal Ricardo Blázquez que, entonces, agotaba los últimos días como presidente de la CEE, y, un mes antes, con el nuevo nuncio del Papa en España, Bernardito Auza.