El cardenal Omella pide «un gran pacto» entre todos los partidos políticos para salir de esta crisis «tan fuerte»

El cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, participó este viernes en un desayuno virtual organizado por Nueva Economía Forum donde ha hecho un llamamiento a la unidad de todos los partidos políticos, instituciones y sociedad para salir de una crisis, la generada por el COVID-19, que, dijo, «ha sacudido los cimientos de nuestra sociedad y civilización».

«La política es el arte de gobernar y de aplicar decisiones para el pueblo. Solo se hará bien si hay una comunión con la sociedad. Para salir de una crisis tan fuerte como esta, que no es solo sanitaria sino también económica, cultural y social, hace falta mucha unión. Si lo políticos no tienen una comunión perfecta con toda la sociedad, todos los estamentos, todas las instituciones, las decisiones que toman serán erróneas», afirmó.

Una opinión que apoyó y sobre la que profundizó el cardenal arzobispo de Madrid, también presente en el encuentro, que añadió que los políticos tienen que preocuparse de los demás, «no de si ganan o si de sus ideas prosperan». «No se trata de quién gana, sino de quién sirve… Si estamos a ver quién gana, pierden los más pobres», apuntó.

En este sentido, tanto Omella como Osoro pusieron de manifiesto que la Iglesia ha estado a disposición de las administraciones y de los ciudadanos durante toda la crisis. «Le hemos dicho: “Aquí nos tenéis», reconoció Omella. «No sé qué hubiese pasado sin la presencia de la Iglesia. Hay colas en todas las parroquias, sobre todo en los barrios más pobres. La Iglesia ha estado presente. El pueblo lo está reconociendo, porque tiene olfato para ver quién está a su lado», añadió Osoro.

El arzobispo de Barcelona reconoció que, desde que fue elegido presidente de la CEE, ya ha hablado con el rey Felipe VI; con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; y con la vicepresidenta Carmen Calvo. Además, ha señalado que, en el marco de la pandemia, ha habido contactos con los ministros Illa y Escrivá.

A nivel eclesial, señaló que durante este tiempo ha estado en contacto permanente con el Papa Francisco que, dice Omella, «está muy preocupado» y quiere que «trabajemos codo con codo».

Los dos purpurados coincidieron en subrayar que la humanidad está viviendo tiempos muy difíciles. «Un cambio de época», dijo Omella, que recalcó que uno de los aspectos más importantes de cara al futuro va a ser el de la humanización frente un mundo marcado por la técnica y el individualismo.

«La pandemia nos ha recordado que no somos eternos y que no todo acaba en esta tierra. La religión cristiana nos abre perspectivas en este sentido», ahondó.

Renta básica, eutanasia y educación

Durante la conversación también surgieron cuestiones como la posición de los obispos sobre la renta básica. Omella resolvió todas las dudas: «Estamos por esa ayuda a la gente más necesitadas. Hay que garantizarla. Lo hemos hablado con Cáritas y con el ministro Escrivá, que trabaja todos estos temas». El presidente del Episcopado español no entró en cuestiones técnicas de cómo se debe hacer o cuánto debe durar; de hecho, reconoció que lo ideal es que no se eternicen, pero también que habrá personas que las tengan que recibir siempre.

En lo que se refiere a la ley de Eutanasia se congratuló de que «se haya aparcado» y dijo que los políticos «se han precipitado mucho» con este temas». «Lo han llevado al Parlamento sin un consenso», explicó, al tiempo que abogó por los cuidado paliativos, pues «con menos dolor y más cariño, ninguna persona desea la muerte».

En materia educativa, recordó que son los padres quienes tienen el derecho a educar a sus hijos según sus convicciones y que el Estado debe garantizarlo y defendió una verdadera libertad de enseñanza: «Otra cosa sería estatalizar la enseñanza». Así, insistió en la necesidad de un pacto educativo que tenga en cuenta a los padres y también a la escuela concertada católica, «que tiene mucho que decir porque ha hecho un gran trabajo», y que además, «ha ahorrado mucho dinero al Estado».

Preguntado sobre la intervención de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en algunos templos durante la celebración de la Eucaristía, afirmó que se trata de casos aislados, de «anécdotas» y que no ve una intención de cercenar la libertad de culto por parte de las autoridades. Una opinión que secundó el cardenal Osoro.