El cardenal Cañizares preside la Misa d'Infants invitando a evangelizar con «obras y palabras»
Comienza el Año Jubilar Mariano del Centenario de la Coronación Canónica de la Virgen de los Desamparados. Tras dos años sin celebrarse por la pandemia, ha tenido lugar el tradicional traslado de la imagen de la Mare de Déu desde su basílica a la catedral
El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha presidido este domingo la Misa d’Infants con la que se ha inaugurado el Año Jubilar Mariano con motivo del Centenario de la Coronación Canónica de la Virgen de los Desamparados.
En su homilía, el purpurado ha deseado a Valencia que vuelva a ser ella misma y que regrese a «sus raíces» para así ganar «en lo más valioso a lo que puedes aspirar».
El cardenal ha recordado que lo primero que hizo al llegar a Valencia como arzobispo que «fue acudir a los pies de la Virgen de los Desamparados para pedir su auxilio, su protección y su ayuda en la nueva andadura apostólica que el Santo Padre me encomendaba». «Mi primera celebración de la Eucaristía tras el inicio de mi ministerio episcopal en Valencia tuvo lugar en el Santuario donde se venera tan filial y entrañablemente querida por todos los valencianos, esta sagrada imagen de Nuestra Señora tan ligada a nuestra tierra en la que gracias a Ella la fe no muere y permanece», ha explicado.
Al finalizar la homilía ha indicado que «este año jubilar del centenario ha de ser, como hemos dicho en el Sínodo diocesano, un año para la gran misión, una misión popular diocesana, en toda la diócesis y ha de ser una misión y evangelización mariana y así será el anuncio y testimonio de Jesucristo, anuncio en obras y palabras».
El vicerrector de la basílica de la Virgen de los Desamparados, Álvaro Almenar, ha leído al inicio de la celebración el decreto de la Penitenciaría Apostólica de la Santa Sede que concede, con motivo del Centenario de la Coronación, la indulgencia plenaria desde este domingo hasta el 14 de mayo del 2023 a los fieles que cumplan las condiciones habituales. Con la lectura de este decreto se ha dado comienzo al Año Jubilar Mariano.
Junto al cardenal Cañizares han concelebrado esta Misa d’Infants el nuncio, Bernardito Auza, y varios obispos como José Ignacio Munilla, de Orihuela-Alicante; Casimiro López Llorente, de Segorbe-Castellón; los valencianos monseñores Jesús E. Catalá, Manuel Ureña y Joan Piris, obispo de Málaga, arzobispo emérito de Zaragoza y obispo emérito de Lleida, respectivamente; Salvador Giménez, obispo de Lleida; Jesús Murgui, obispo emérito de Orihuela-Alicante, además de los tres obispos auxiliares de Valencia, Arturo Ros, Javier Salinas y Vicente Juan Segura y el obispo auxiliar emérito Esteban Escudero. Además, también han concelebrado los vicarios del Consejo Episcopal, así como numerosos sacerdotes.
Tras la celebración eucarística d’Infants la plaza de la Virgen ha acogido el tradicional traslado de la imagen de la Mare de Déu desde su basílica a la catedral. Hacía dos años que no se celebraba este traslado a causa de la pandemia. Por la tarde, a las seis, ha tenido lugar la solemne procesión que ha contado con un homenaje muy especial a la Virgen en forma de alfombra de flores. Veintidós alfombristas de la villa gallega de Ponteareas han homenajeado a la Patrona de Valencia con este detalle al comienzo del Año Jubilar del Centenario.