El calvario yazidí 9 años después del genocidio del lSIS - Alfa y Omega

El calvario yazidí 9 años después del genocidio del lSIS

Bagdad corta los fondos para la reconstrucción de su hogar histórico, el Sinjar

Ángeles Conde Mir
Cementerio de yazidís en la ciudad de Kojo, en Irak, donde el ISIS masacró a esta etnia
Cementerio de yazidís en la ciudad de Kojo, en Irak, donde el ISIS masacró a esta etnia. Foto: CNS / Thaier al-Sudani, Reuters.

Se cumplen 9 años del genocidio perpetrado por el autodenominado Estado Islámico contra los cristianos, musulmanes chiítas y, sobre todo, yazidíes de la llanura del Nínive y el Sinjar. Los milicianos del ISIS aparecieron un 3 de agosto de 2014 en estas zonas para asesinar, torturar y raptar a los miembros de esta etnia a los que consideraban adoradores del demonio. Los cristianos tuvieron más suerte. Les concedieron tiempo para decidir si marcharse y salvar sus vidas o convertirse y permanecer en sus hogares so pena del pago de un impuesto que data del período otomano. En solo una noche, 150.000 personas abandonaron Mosul con destino al Kurdistán iraquí. Y no todos regresaron una vez liberadas las zonas ocupadas por el Estado Islámico que, en su momento álgido, llegó a extenderse entre Irak y Siria en una superficie equivalente a las Islas Británicas.

200.000 yazidíes aún sin hogar

Quienes más sufrieron la persecución fueron los yazidíes, que entonces eran un aproximadamente medio millón de personas. Porque los cristianos, en general, contaban con recursos para emigrar o para poder rehacer sus vidas en ciudades como Erbil. Nueve años después todavía hay más de 200.000 yazidís languideciendo en campamentos para desplazados sin poder volver a sus hogares o a lo que queda de ellos. Además de los miles de asesinatos que perpetraron los yihadistas contra esta minoría, especialmente contra los hombres y ancianos, secuestraron a cientos de mujeres para someterlas y convertirlas en esclavas sexuales. Las supervivientes se han convertido en la voz de las que no han podido regresar porque hay cerca de 2500 menores y mujeres todavía en paradero desconocido. Una de las yazidíes más conocidas es la premio Nobel Nadia Murad que hace unas semanas participó en el Vaticano en el Primer Encuentro para la Fraternidad Humana que convocó el Papa. Cuando Francisco viajó a Irak en 2021 confesó que en parte le había motivado la lectura del libro de Murad, Yo seré la última.

Ante este abandono, 27 organizaciones del pueblo yazidí han denunciado el abandono del gobierno iraquí que ha destinado solo 38 millones de dólares para la reconstrucción de esa zona mientras que los representantes yazidís estiman que serán necesarios hasta 1.500 millones de dólares. Aseguran en un comunicado que «Irak ha demostrado su capacidad para generar grandes ingresos al aprobar el mayor presupuesto anual de gastos de la historia». Desde el gobierno se habían destinado 380 millones de dólares, pero la asignación presupuestaria tenía que pasar el filtro del Parlamento, corte que no superó. Finalmente, el monto ha quedado recortado al 10 por ciento de la propuesta inicial, es decir, 38 millones.

«Nuestro pueblo necesita un apoyo financiero serio para recuperarse del genocidio. El escaso presupuesto asignado apenas llega para cambiar las puertas de las casas destruidas, por no hablar de nuestras ciudades y pueblos», señaló Murad Ismael, uno de los impulsores de la iniciativa.

Según la Organización Internacional para las Migraciones de las Naciones Unidas, el 80 % de la infraestructura y el 70 % de las viviendas en Sinjar, fueron destruidas durante la ocupación del ISIS entre 2014 y 2017.