El Cachorro de Sevilla y la Esperanza de Málaga, en procesión por las calles de Roma
El organismo que prepara el Jubileo de las Cofradías para el Año Santo 2025 estudia llevar las imágenes españolas a las calles de la Ciudad Eterna
El Santísimo Cristo de la Expiración, de la Hermandad del Cachorro de Sevilla, y la Virgen de la Esperanza, de Málaga, podrían salir en procesión por las calles de Roma con motivo del Jubileo de las Cofradías previsto para mayo de 2025 con motivo del Año Santo que celebrará ese año toda la Iglesia.
«Es algo que estamos estudiando, pero aún no hay nada definitivo porque hay muchos elementos en juego», afirma Francisco Vélez, presidente del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla. Vélez acaba de ser elegido miembro del Subcomité del Jubileo de las Cofradías, dentro del organigrama de la Santa Sede para la organización del Jubileo 2025, que se celebrará en Roma.
La salida en procesión de ambas imágenes por las calles de la capital italiana en mayo de 2025 «sería algo muy bonito e histórico», señala Vélez, quien enmarca la iniciativa «dentro de las numerosas sugerencias» que se están planteando en el Subcomité. «Pero ganas e ilusión tenemos», confirma.
En cualquier caso, «sería un modo valorar la dimensión de la piedad popular, con todas sus repercusiones en la fe y en la vida de la gente, y también como un agente evangelizador de primer orden», asegura el presidente del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla.
De momento, en la ciudad se está preparando ya el segundo congreso de hermandades para diciembre de 2024, que «será un preámbulo importante y una buena preparación para el Jubileo 2025, de cara a realzar y potenciar la religiosidad popular».
La Santa Sede ya ha hecho pública la oración oficial escrita por el Papa Francisco para el Año Santo 2025, con el objetivo de «permitir a los peregrinos de todo el mundo utilizar las mismas palabras para dirigir a Dios su gratitud por la experiencia jubilar y pedir la gracia del perdón». Dice así:
«Padre que estás en el cielo,
la fe que nos has donado en
tu Hijo Jesucristo, nuestro hermano,
y la llama de caridad
infundida en nuestros
corazones por el Espíritu Santo,
despierten en nosotros la bienaventurada esperanza
en la venida de tu Reino.
Tu gracia nos transforme
en dedicados cultivadores de las semillas del Evangelio
que fermenten la humanidad y el cosmos,
en espera confiada
de los cielos nuevos y de la tierra nueva,
cuando vencidas las fuerzas del mal,
se manifestará para siempre tu gloria.
La gracia del Jubileo
reavive en nosotros, Peregrinos de Esperanza,
el anhelo de los bienes celestiales
y derrame en el mundo entero
la alegría y la paz
de nuestro Redentor.
A ti, Dios bendito eternamente,
sea la alabanza y la gloria por los siglos.
Amén».