El Galileo, en Madrid, se convierte en un café-teatro al aire libre para poner en escena Un marido de ida y vuelta, de Jardiel Poncela. Con la que está cayendo, se agradecen las sonrisas provocadas por un humor sano y de buen gusto. Como un jarabe que se enmascara tras un agradable sabor, el autor nos hace digeribles algunas cosas serias. Ya en 1939, la obra criticó el deterioro de las relaciones a causa del exceso de trabajo. La fina ironía se aprecia en el argumento: se trata de un hombre que lidia con una esposa complicada, y que aparece disfrazado de torero durante toda la obra. Pero este lidiar se desvela como amarla en todo y para siempre, por lo cual ser correspondido se convierte en lo decisivo. La escenografía apenas cambia durante la obra, y todo el peso del espectáculo recae en el vestuario y en las logradas interpretaciones. La obra se representa hasta el 18 de septiembre.