Osoro: «Después de dos mil años, deseamos seguir gritando y cantando a Cristo»
El arzobispo de Madrid preside la celebración del Domingo de Ramos en la catedral de la Almudena
El arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, presidió este domingo, 2 de abril, la celebración del Domingo de Ramos en la catedral de Santa María la Real de la Almudena, que comenzó en el atrio del templo con la tradicional bendición de las palmas.
El purpurado estuvo acompañado en la Eucaristía por los obispos auxiliares de Madrid monseñor José Cobo y monseñor Juan Antonio Martínez Camino, SJ, el obispo emérito de Almería, monseñor Adolfo González Montes, además del vicario general de la diócesis, Avelino Revilla, el rector del Seminario Metropolitano de Madrid, José Antonio Álvarez, el rector del Seminario Redemptoris Mater, Eduardo Zapata, así como miembros del cabildo catedral y vicarios episcopales.
Asimismo, en la celebración participó, entre otros, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida y miembros de la corporación municipal.
Cristo, el «lleno de no violencia»
Recordando lo que la Iglesia celebraba en este día, la entrada triunfal de Cristo en Jerusalén, el cardenal Osoro resaltó en su homilía el hecho de que Jesús lo hiciera en un borrico. «Representa la mansedumbre y la paz frente al caballo, que era símbolo de la guerra». Pero Cristo es el Mesías, «lleno de no violencia». ¿Y por qué —se preguntó— un borrico que nadie había montado aún? «Porque ningún rey de Israel, ningún jefe del mundo, ningún líder, ha ejercido sin usar a veces la fuerza y la violencia». Frente a esto, Jesús es «el primero que viene como rey y como mesías manso».
El relato evangélico del día ponía de relieve el entusiasmo de las gentes que lo recibieron. Todos, resaltó el cardenal Osoro, comienzan a gritar «bendito el que viene en el nombre del Señor». Un hecho importante que revela a un Dios que se muestra en Cristo Jesús y que «rompe todos nuestros esquemas; no es el Dios de los puros, de los buenos y de los cumplidores, sino de los abatidos, de los pobres».
Los fariseos, recordó, pedían que Jesús se callara. Pero, «después de dos mil años, deseamos seguir gritando y cantando a Cristo, el Señor que no defrauda a nadie». Como en el salmo, parafraseó el arzobispo de Madrid, «benditos nosotros que queremos seguir a Jesucristo».
Llamados a la conversión
La Pasión enseña igualmente que «nunca es tarde para convertirse», como sucedió con el buen ladrón. A su vez, muestra a Dios como «un Padre bueno al que uno puede entregarse por completo». Las últimas palabras de Cristo, que sufrió dolor, injusticia y sufrimiento físico y moral, son «enseñanza y consuelo para que todos vivamos como Él», poniendo «la confianza en Dios».
El purpurado quiso terminar su predicación con una petición a Jesús: «Tu rostro es el rostro de tantos dolores, sufrimientos, soledades, angustias, muertes… Señor, ensáñanos a descubrir lo que significa amar como tú nos amas». «Todas las situaciones de este mundo las podemos cambiar regalando el amor de Jesucristo», concluyó.
Celebraciones de Semana Santa en Madrid
Con el Domingo de Ramos arrancan en Madrid los días grandes de la Semana Santa, que culminarán el próximo domingo, 9 de abril, con la celebración de la Resurrección de Jesucristo. En la página web semanasanta.archimadrid.com se pueden consultar los horarios de las ceremonias y procesiones de estos días.