El arzobispo Claudio Gugerotti niega que participe en una misión secreta del Papa en Ucrania
Según algunas informaciones, el prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales tendría previsto ir a Moscú para reunirse con Putin
El Dicasterio para las Iglesias Orientales del Vaticano ha negado la participación de su máximo responsable, el arzobispo Claudio Gugerotti, en una misión secreta del Papa para lograr un alto al fuego en Ucrania.
«Han llegado a amplia difusión internacional informaciones sobre una misión de paz confiada al prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales, el arzobispo Claudio Gugerotti. Se comunica que el prefecto no está al corriente de nada de lo que se ha dicho al respecto», ha revelado este departamento en un comunicado recogido por Europa Press.
Según informó este jueves la web especializada en noticias vaticanas Il Sismografo, el Pontífice tenía previsto enviar al arzobispo Gugerotti, que fue nuncio apostólico en Bielorussia (2011-2015) y en Ucrania (2015-2020), a Moscú para reunirse con Vladimir Putin, acreditando sus buenas relaciones con el actual presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, principal aliado del presidente ruso.
Además, según esta publicación, el Pontífice también habría considerado que el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, el cardenal Matteo Zuppi, viajase a Kiev para mantener conversaciones con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Según publican varios medios de comunicación en Italia, este nuevo gesto diplomático se enmarcaría en la misión de paz secreta que anunció Francisco durante el vuelo de regreso de Budapest el mes pasado. El Papa subrayó entonces: «Estoy dispuesto a hacer todo lo que haya que hacer. Además, ahora hay una misión en marcha, pero todavía no es pública. Vamos a ver cómo… Cuando sea pública la diré».
Sin embargo, Moscú y Kiev respondieron, con pocas horas de diferencia, que no estaban al tanto de esta iniciativa de paz y dijeron que no habían recibido ninguna comunicación específica. En unas recientes declaraciones, el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, aseguró que «ahora es el momento de tomar la iniciativa para crear una paz justa en Ucrania».
De confirmarse, el envío de dos delegados del Papa para poner encima de la mesa la posibilidad de un alto el fuego que pueda sofocar la escalada de violencia sería un paso diplomático similar al que cumplió el Papa Juan Pablo II, que en 2003 envió dos perfiles de alto nivel a Washington y Bagdad en un intento infructuoso de frustrar el inicio de la guerra de Irak.
Pocos días después de la visita de Zelenski
El Papa recibió el pasado sábado en el Vaticano a Zelenski con quien estuvo reunido a puerta cerrada durante 40 minutos. Según explicó, el líder ucraniano expuso al Pontífice su plan de paz de diez puntos, que incluye que Rusia abandone todas las posiciones ucranianas, como la única salida posible a la guerra. «Hablé de nuestra [fórmula] como único algoritmo eficaz para lograr una paz justa. Le propuse que se una a su implementación», aseguró después del encuentro en su cuenta de Twitter.
Además, a las pocas horas, rechazó abiertamente cualquier tipo de mediación: «No es cuestión del Vaticano, ni de EEUU, ni de Latinoamérica, ni de China, ni de ningún otro país del mundo: Putin solo mata, no podemos mediar con él», recalcó en el programa Porta a Porta de la cadena de televisión pública Rai.
Zelenski también agradeció al Pontífice «su atención personal» a la dramática deportación ilegal de niños ucranianos y su traslado desde las zonas ocupadas de Ucrania hacia Rusia, por la que la Corte Penal Internacional emitió una orden de arresto contra Putin.