El Arzobispado de Burgos lamenta la denuncia de la exabadesa y actuará «en consecuencia»
«Entendemos que las monjas cierran la puerta a cualquier diálogo, derivando todo al ámbito de la justicia», se lee en un comunicado publicado por la archidiócesis
En el caso Belorado se suceden las noticias. El martes se conoció el nombramiento como comisario pontificio de Mario Iceta, que ofreció una rueda de prensa el miércoles en la que anunció la creación de una comisión gestora, la conclusión del mandato como abadesa de sor Isabel de la Trinidad y la prohibición de acceso a los monasterios afectados al obispo excomulgado Pablo de Rojas.
Un día después —este jueves a las 4 de la mañana—, la exsuperiora acudió a un cuartel de la Guardia Civil para interponer una denuncia «por violación del derecho fundamental de asociación y el principio de separación, libre separación voluntaria, así como también por abuso de poder y por usurpación de la representación legal». Así lo explicó el portavoz de la autodenominada Pía Unión San Pablo Apóstol, José Ceacero, que acompañó a la religiosa al cuartel.
Pocas horas después, el Arzobispado de Burgos ha emitido un comunicado en el que lamenta «esta posición de la comunidad» y en el que reconoce que «no nos queda otra vía que actuar en consecuencia». Aunque, en primer lugar, se tendrá que recibir la supuesta denuncia y «cuando se reciba, si es el caso, será estudiada por nuestros servicios jurídicos».
En cualquier caso, «con este gesto contundente», según el comunicado eclesial, «entendemos que las monjas cierran la puerta a cualquier diálogo, derivando todo al ámbito de la justicia». Cabe recordar que la intención de Iceta era «hablar con cada una de las hermanas para ver lo que piensan y por qué han actuado así», explicó el pasado martes el nuncio en España instantes después de anunciar el nombramiento del obispo como comisario pontificio.