El año más difícil de la Pastoral Penitenciaria: «Algunos han dejado sus vidas»

La Pastoral Penitenciaria se ha enfrentado a su año más complicado. «Algunos han dejado sus vidas en la pandemia, varios capellanes y voluntarios han fallecido. Otros han dejado su compromiso por edad, por enfermedad…también por desánimo». Aún con todo, «hemos pasado con nota». Así lo asegura su responsable, el mercedario Florencio Roselló, en la memoria de actividades –correspondiente al año 2020- publicada este miércoles.

En este sentido, el director de este Departamento de la Conferencia Episcopal Española rememora aquel 14 de marzo de 2020 cuando «se suprimió la entrada [a las cárceles] a todo personal externo». Ante esta realidad, «había dos opciones, esperara mejores tiempos o reinventarse». La Pastoral Penitenciaria optó por la segunda opción y, así, se organizaron «tantas actividades y tantas actuaciones fuera de la prisión».

Tras el levantamiento de las restricciones de entrada, «allí estábamos de nuevo» y «cuando se pudo celebrar, ¡celebramos!, cuando pudimos realizar una actividad, ¡la hicimos!, o cuando pudimos meter paquetes de ropa, ¡los metimos!». De esta forma, «nunca nos fuimos» y durante la pandemia «acompañamos a familias de internos, elaboramos mascarillas, acogimos libertades que salían».

Roselló termina rindiendo homenaje «a tantos capellanes y voluntarios que han estado al pie del cañón» y que «se han mantenido fieles al pie de la cruz que es la cárcel». Esa cruz que pesa tanto a muchos presos, concluye, «y que nosotros somos esos cirineos que quieren hacer esa cruz más llevadera y más ligera».

Puede consultar la memoria completa pinchando AQUÍ.