¿Estás preparado? Ojo, que se te pueden saltar todos los botones de la camisa y dilatar la pupila. Allá va. Una mujer visita a su hija en coma en un hospital de Nueva York. Cuando se acerca su marido, el impacto le produce una ataque al corazón y muere fulminado.
La hija renace del coma pero no mejora, poco tiempo más tarde muere también. La mujer se queda tan sola que no da crédito a su desventura, porque perder a los muy queridos no es perder el móvil o dinero, es perderlo todo.
Esto que cuento no es argumento de novela, sino lo que le pasó literalmente a la escritora norteamericana Joan Didon. Inmediatamente después de la desgracia, se puso a escribir El año del pensamiento mágico, un monólogo brutal sobre aquella violación del curso natural de las cosas.
Hay un punto sobresaliente en esta versión y es la necesidad de que la intérprete, que cuenta su dolor durante hora y media, esté en contacto visual permanente con el público. Ella no habla consigo, no es una ralladura autorreferencial, es un desahogo, y para un desahogo hace falta la complicidad de alguien que escuche. Y ahí estamos, el público, atento, sin respirar, recibiendo tanto dolor. La intérprete es Jeannie Mestre. He de confesar que la noto atildada, es perfecta en la dicción, pero tan enfática que está más cerca de una master class que de un corazón que se duele.
Se dice que está terminantemente prohibido hablar del morir en los EE. UU., los temas que son tabúes suelen hacer daño. Por eso hay que reconocer el valor de Didon con esta muestra tan explícita. Son potentes también los giros de trama mental, el vaivén de los recuerdos, nada se muestra encorsetado, el orden se desvanece, lo cual cotiza al alza en credibilidad.
El pensamiento mágico no alude a nada que tenga que ver con García Márquez y la tropa hispanoamericana. Es sencillamente el recurso psicológico del que se vale una persona cuando sufre para seguir haciendo pie, aunque sea un sinsentido. Por ejemplo, la protagonista de la obra piensa que guardar los zapatos del marido hará que un día vuelva a casa, como si nada hubiera ocurrido. De estas cosas apenas hablamos con los amigos, por eso, si te atreves…
★★★☆☆
Teatro Guindalera
Calle Martínez Izquierdo, 20
Diego de León
21 y 22 de noviembre