El adiós de nuestros lectores al Papa: ¡Hasta pronto! ¡Gracias!

Nunca he podido saludarle, pero nunca he tenido tanta certeza de estar cerca de una persona, conocerla y amarla como cuando he rezado por él.

Jaime Domínguez, Madrid

El Santo Padre nos deja en herencia un impresionante legado a la Humanidad para dar sentido y valentía a la vida, siguiendo las enseñanzas de Jesús de Nazaret.

Juan Francisco Fernández, Málaga

No tenías ni voz para hablarnos, pero oíamos tu corazón lleno de amor. No tenías brazos y manos para abrazar y saludar, pero todos nos hemos sentido abrazados uno a uno.

Dolores Izquierdo, Madrid

El Papa fue poeta y escritor, también actor. Cuando no pudo servirse con las palabras se comunicó con el lenguaje del cuerpo… Nos dio su bendición, para decirnos una vez más que ahora nos toca a nosotros

Mar Martín, Zaragoza

La generación SMS escribe a Karol:

Estaba en la discoteca cogí la mochila y salí zumbando. / Me siento triste, es verdad que mueren siempre las personas más buenas. / Ha muerto uno de los más grandes revolucionarios de la Historia. Hasta luego, gran hombre. / Creo en Dios, pero no en la Iglesia, pero este Papa permanecerá siempre en mi corazón. Gracias. / No creo en la Iglesia ni en Dios, creo sólo en aquello que veo, y esta tarde he visto un hombre digno de un credo en el que yo no he creído nunca. Descansa en paz, amigo mío. / No he logrado nunca hablar sobre mis sentimientos, y no lo haré nunca, pero esto que llevo dentro es inexplicable. Estoy mal. Te quiero bien. / A causa de mi poca fe, no he podido apreciarlo como merecía… Sólo ahora comprendo cuanto ha hecho por nosotros, perdóname… Adiós, Karol. / Ahora se parte de cero… / Yo, que no creo, estoy llorando por un hombre grandísimo en el dolor y en la paz. / Los jóvenes nos esforzaremos en crear el mundo que nos enseñaste. / No renunció nunca a creer en el amor, en la paz, en la justicia, gracias. / Me hubiera gustado darle un poco de mi juventud para que pudiese continuar su misión. / Tengo 14 años y no soy creyente, pero gracias a él he aprendido a creer en algo. / Nos ayudarás desde allí arriba, ¿verdad? / Soy seropositivo. Espero que, cuando llegue el dolor, tenga la fuerza que ha tenido él durante su pontificado. / Él nos ha hecho sentir importantes y me ha llegado al corazón. Gracias. / Ha dado su sonrisa al que estaba triste, ha consolado a los desesperados. / No hay paz sin justicia, no hay justicia sin perdón. Te echaré de menos, querido Papa.

Viendo los medios de comunicación de estos días, ¿alguien podría explicarme cuáles son los argumentos del integrismo laicista para relegar al ámbito privado la religión?

Iñaki Ezpeleta, Barcelona

El legado de Juan Pablo II necesitará años para ser asimilado, y no se ciñe a los católicos, y puede aprovechar a todas las personas, movimientos, asociaciones y partidos políticos que buscan la paz de los pueblos, la paz social y un mundo mejor.

Josefa Romo, Valladolid

Te voy a pedir ya una gracia. Sí, quiero pedirte por mi mejor amiga, por tu fan número uno, que te ha seguido con entusiasmo y amor por todo el mundo. Ella se está dejando la piel por Cristo.

Jesús Asensi, Valencia

Instantes de su vida que te han enriquecido, te han hecho madurar, se convierten en una parte de ti, de tu forma de ser, de pensar y de actuar. Incluso, sin quererlo, lo trasmites por ósmosis a los que tienes a tu alrededor.

Remedios Falaguera, Barcelona

El nuevo Santo Padre todavía no ha sido elegido. No le conozco. Pero, aunque no sé su nombre, ni su nacionalidad, ni su personalidad, si sé que será Pedro, el Pescador, el Vicario de Cristo. Le envío todo mi apoyo y toda mi oración.

Juan López Martínez, Madrid

Me gustaría lanzar una protesta contra el anticlericalismo del periódico El País. Tras la muerte del Papa ha vertido acusaciones que no vienen a cuento; son falsas y sólo recogen lo subjetivo. Les sugiero que dejen de escribir reportajes aparentemente serios. El Papa únicamente se ha dedicado a hacer el bien. Hagan un guiño a la verdad.

Álvaro Tamayo, Madrid

El Papa ha sabido que la verdadera batalla, la que importa, es la final, que acaba con la muerte, y la ha ganado siendo firme en sus creencias.

Álvaro Gil, Madrid

Cuando vi cerca a Juan Pablo II en Sevilla, me fijé en su mirada que se cruzó con la mía, porque Dios lo quería. Me dejó un pensamiento que llevaré conmigo hasta mi muerte.

Justo Navarro, Aznalcázar (Sevilla)

Desde mi ancianidad enferma: ¡Gracias, Juan Pablo II! Gracias, por enseñarnos que el paso de la salud a la decadencia física no es ninguna tragedia, sino sólo eso: un paso más en nuestra vida.

Antonia Canedo, Santiago de Compostela

Rectificación, o dimisión

La mezquindad, cobardía y falsedad del Gobierno no tiene límites. La laicista Fernández de la Vega se permitió el lujo de calumniar al Papa con mentiras y falsedades. ¿Cuántas veces ha visitado usted África? Su apretada agenda, como modelo de Vogue, ¿le ha permitido conocer la situación de los pueblos? Si nunca ha estado allí, ¿cómo puede acusar a una persona que ha visitado cerca de 25 veces África, que ha impulsado cientos de iniciativas asistenciales en ese continente? ¿Acaso no sabe usted que el único país de África que ha reducido el contagio del sida ha sido, precisamente, el único que ha aplicado las recomendaciones de la Iglesia católica? ¿Por qué engaña? Yo creo que usted y su visionario Presidente no soportan que una persona a la que ustedes odian sea alabada en todo el mundo. Lo suyo es puro resentimiento y mezquindad, qué menos que su rectificación pública, o –en caso contrario–, su dimisión.

Carlos Alberto Alonso de Velasco, Madrid

Señora Vicepresidenta, sólo el 75 % de la labor social que se realiza en todo el mundo está llevada por la Iglesia católica. Y yo a usted no la he visto en el 25 % restante.

Francisco Javier del Pozo, Madrid

En este sentido hemos recibido innumerables cartas pidiendo una rectificación pública a la señora Vicepresidenta.

Todos reconocen la figura de este hombre vestido de blanco que sonreía a los niños, que gritaba con los jóvenes, que conversaba con los grandes de la tierra, que hablaba con firmeza y convicción, que sufría serenamente, que nos hacía más cercano el cielo en la tierra.

M. Luisa, Correo electrónico

Como creyente, deseo ser representado dignamente por mis autoridades, esperando que éstas sepan sublimar sus ataques laicistas y estar a la altura de las circunstancias. Que no olviden que representan al pueblo en su pluralidad, no a sus fines.

Xavier Aznar, Valencia

El más hermoso homenaje que podemos rendirle es la firmeza del creyente que no tiene miedo, que no alberga dudas.

María del Mar Blanco, Madrid

Nunca olvidaré tu mirada dulce, expresiva y exigente cuando bendijiste mi matrimonio. Gracias por tu mensaje, por tu presencia, por tu coherencia, por tu ejemplo, por tu oración. Esperamos con ilusión al nuevo Papa.

Joan Garriga, Barcelona

Me quedo con aquella hermosa frase cuando, con toda fuerza y coraje, dijo que «los cristianos han de hacer sentir su voz, coherente con los valores en los que creen, porque donde esté el hombre padeciendo pobreza o violencia, allí ha de estar la voz de la Iglesia».

Alberto Álvarez, Sevilla

Fue una persona irrepetible, pero quisiera subrayar que, por encima de todo, era un hombre de oración que encontraba su fuerza y su apoyo en Dios.

Miriam Jara, Sevilla

El creía que la Iglesia se rejuvenece y moderniza cuando redime lo esencial del polvo de la miseria humana.

J. L. Decamilli, Berlín