Una respuesta global
Con el Proyecto Repara de prevención de abusos y atención a víctimas, la diócesis de Madrid trata de mirar al pasado y redefinir el presente para afrontar mejor futuro
Al poco de conocerse lo que habían vivido «al menos 1.000 sobrevivientes, víctimas del abuso sexual, de poder y de conciencia a manos de sacerdotes durante aproximadamente 70 años» en Estados Unidos, el Papa Francisco mandó una carta al Pueblo de Dios en la que aseguraba que era «un crimen que genera hondas heridas de dolor e impotencia; en primer lugar, en las víctimas, pero también en sus familiares y en toda la comunidad, sean creyentes o no creyentes». En un texto en el que mostraba «vergüenza y arrepentimiento» en nombre de la comunidad eclesial, reconocía que, «mirando hacia el pasado, nunca será suficiente lo que se haga para pedir perdón y buscar reparar el daño causado», al tiempo que incidía en que, «mirando hacia el futuro, nunca será poco todo lo que se haga para generar una cultura capaz de evitar que estas situaciones no solo no se repitan, sino que no encuentren espacios para ser encubiertas y perpetuarse».
Con esta doble mirada y buscando una respuesta «global y comunitaria», como pide el Sucesor de Pedro, el Arzobispado de Madrid ha presentado esta semana el Proyecto Repara para la prevención de abusos y la atención a víctimas. Lo novedoso es que va a atender a cualquier persona que haya sido víctima de abusos, con independencia de quién haya sido el agresor y de si pertenece o no a la Iglesia católica. Con ello, aseguran desde la diócesis, «se quiere dar un servicio a la sociedad madrileña y a todas las víctimas desde el repudio a una práctica execrable generadora de un sufrimiento infinito». También va a trabajar en formación para construir «una cultura basada en los valores, el cuidado y el buen trato».
El coordinador del proyecto, el filósofo Miguel García-Baró, reconoce en las páginas de Alfa y Omega que, aunque en los últimos años «ha habido una buena praxis en Madrid», no había «una atención tan global y sistematizada». También explica que primará siempre «el interés superior de la víctima» y que «lo que nos importa es la verdad, que es la que nos hace libres como dice Jesús». Se trata de mirar al pasado y redefinir el presente para afrontar mejor futuro. Por las víctimas y por toda la sociedad.