Dos de cada tres personas viven en países sin libertad religiosa
El informe Libertad religiosa en el mundo, de Ayuda a la Iglesia Necesitada, revela un «paulatino empeoramiento» de la situación en buena parte del planeta
Uno de cada tres países del mundo no respeta la libertad religiosa, según el informe Libertad religiosa en el mundo elaborado por Ayuda a la Iglesia Necesitada. Estas cifras implican que el 67 % de la población mundial (unos 5.200 millones de personas) viven en países en los que se producen violaciones de la libertad religiosa. En un total de 26 los fieles de determinadas religiones sufren persecución, mientras que en otros 36 se discrimina por razón de credo a la hora de acceder al trabajo, la vida social o la educación, informa Efe.
Los datos de este informe, que se publica desde 1999, revelan un «paulatino empeoramiento» de la libertad religiosa en todo el mundo, tal y como ha expuesto en rueda de prensa el director de Ayuda a la Iglesia Necesitada España, Javier Menéndez. África, Oriente Medio y Asia son las zonas más afectadas, aunque se ha detectado un deterioro de este derecho también en algunos países de Latinoamérica, especialmente Venezuela, Nicaragua y Cuba.
Ayuda a la Iglesia Necesitada
Marcela Szymanski
2021
818
Para consultar el informe pincha aquí
Delitos contra mujeres y niñas
Menéndez ha detallado las motivaciones que están detrás de estos ataques a la libertad religiosa y ha explicado que en 43 países los gobiernos autoritarios son los responsables (afecta a 3.000 millones de personas), en otros 26 es el extremismo islamista (1.242 millones), mientas que en cuatro países se debe a los nacionalismos étnicos-religiosos (1.642 millones).
Además, en 30 países se han cometido asesinatos por causa de la fe desde mediados de 2018 hasta mediados del año pasado. Cambiarse o dejar tu religión conlleva a graves consecuencias legales y/o sociales en el 21 % de los países del mundo (en 42). El informe subraya además que los delitos contra niñas y mujeres secuestradas, violadas y obligadas a cambiar su fe en conversiones forzadas se registraron en un número creciente de países.
Países en observación
La pandemia de COVID-19 ha afectado a este derecho fundamental en buena parte del mundo. Además del fortalecimiento de grupos islamistas, ha aumentado la discriminación y estigmatización de las minorías religiosas. Menéndez Ros ha lamentado además su impacto en la práctica religiosa y ha denunciado que el culto se ha visto afectado por las medidas de control de la enfermedad, en muchas ocasiones «más restrictivas» que las que se imponían para otro tipo de reuniones sociales. Pero no es el único factor que en los últimos dos años ha llevado a una creciente erosión de la libertad religiosa.
Por eso, la edición de 2021 introduce una nueva categoría, la de países en observación, en la que entran 24 naciones. «Hemos visto que países donde antes se cumplían cuatro o cinco indicadores» de discriminación o persecución, «tenían ya diez o doce» en distintas categorías, explica a Alfa y Omega la editora del informe, Marcela Szymanski. «Había más ataques de odio por razones religiosas, y también más normas» restrictivas, quizá no a nivel nacional, pero sí local. «En países donde nunca antes había pasado se están poniendo las cosas más difíciles».
Menciona la preocupación de sus compañeros filipinos por el creciente control del Gobierno de Filipinas. Pero en la nueva lista hay países de casi todas las regiones: Chile y México, en América; Israel y el Líbano, en Oriente Medio; Rusia y Ucrania, en Europa… Y el mayor número se da en África. Por ejemplo, en Liberia y sobre todo Uganda se han producido incidentes violentos contra conversos al cristianismo.
La amenaza de los nuevos derechos
No están en la lista Europa occidental ni Estados Unidos o Canadá. De momento, añade Szymanski, porque algunos han estado «a punto» de entrar. De hecho, el informe dedica bastante atención a lo que denomina, citando al Papa Francisco, la «persecución educada». Este fenómeno se refiere a los intentos de reducir al silencio a las religiones ante el surgimiento de nuevos derechos o normas culturales. «Se está confundiendo la libertad religiosa, que compromete a mantener el espacio público abierto a los que tienen una religión y a los que no, con la libertad de la religión, que pretende eliminarla del espacio público».
de la población vive en 62 países con graves violaciones a la libertad religiosa. El 51 % de personas viven en lugares con persecución.
de los 36 países con situaciones graves de discriminación religiosa han empeorado desde 2018.
Durante la presentación, Menéndez ha recordado que en Europa el derecho a la objeción de conciencia por motivos religiosos no está contemplado en la legislación de numerosos países. Y en el caso de España, aunque ha reconocido que la Constitución recoge la libertad religiosa, ha advertido de que el actual Gobierno «tiene interés en cambiar la aconfesionalidad del Estado por un estado laicista, donde la religión se aparta del foro público o de la enseñanza». En este sentido, se ha referido a la reforma de la ley educativa «sin consenso civil, sin contar con la comunidad educativa ni con la jerarquía de la Iglesia» y excluyendo la asignatura de Religión del curriculum académico.
Respuesta tardía
En relación con esto, aunque el informe reconoce avances en la relevancia pública que se da a la libertad religiosa en diversos países y en la ONU, donde se han aprobado varias resoluciones en este sentido, la respuesta de la comunidad internacional a la violencia religiosa sigue siendo «demasiado escasa» y tardía.
Szymanski, ha asegurado que el informe «muestra la impunidad que impera, porque nadie hace nada. Todos los autores que violan este derecho necesitan acabar con la diversidad de pensamiento, conciencia y religión». Y ha añadido que «el hombre y la mujer que piensa, que busca la verdad y la transcendencia, es un obstáculo» en el mundo actual.
En contraste con esto, sí progresa la implicación de líderes religiosos en la resolución de conflictos y en la promoción del diálogo interreligioso. Se cita aquí especialmente la implicación del Vaticano. Es una de las pocas luces que detectan los autores del informe.
Norteamérica: En EE. UU. y otros países ha habido restricciones desproporcionadas al culto por la pandemia. El Supremo dio la razón a la diócesis de Brooklyn.
América Latina: A la hostilidad contra la Iglesia en Cuba, Nicaragua y Venezuela, se suman los ataques a 59 templos cristianos en Chile entre octubre de 2019 y octubre de 2020.
Europa: En Europa y Norteamérica preocupan los límites a la objeción de conciencia, los obstáculos a que los colegios sigan su ideario y la legislación sobre delitos de odio.
Asia: En India, Pakistán, Nepal, Myanmar… el nacionalismo étnico-religioso lleva a un retroceso democrático y a más represión religiosa.
China ha detenido a un millón de musulmanes, y controla con 626 millones de cámaras a la población, también en las iglesias.