Dean Wright, director de Cristiada, en la Muestra de Madrid hasta el cielo. «¡Ganad con mejores ideas!» - Alfa y Omega

Dean Wright, director de Cristiada, en la Muestra de Madrid hasta el cielo. «¡Ganad con mejores ideas!»

En Hollywood hay, sobre todo desde hace unos años, «mucha gente que quiere trabajar en proyectos» que valgan la pena y promuevan, de forma explícita o implícita, valores cristianos o incluso una temática religiosa. La vía hacia el éxito, afirma don Dean Wright, es la calidad: «Necesitamos hacerlo mejor que ningún otro, y el público vendrá»

María Martínez López
Dean Wright (derecha), con Andy García, durante el rodaje de Cristiada.

Ha sido responsable de los efectos especiales de grandes producciones como Titanic, El señor de los anillos, o Las Crónicas de Narnia. Recientemente, ha dado el salto a la dirección con Cristiada, que se estrena este fin de semana en México. Esta tarde, Dean Wright estará en la Muestra Internacional de Cine que Inspira, de Madrid, para hablar de Hollywood con fe. Reconoce que el título puede sonar contradictorio para muchos; incluido su padre, que es pastor y muchas veces ha criticado en sus sermones que «Hollywood está destruyendo el país». La industria del entretenimiento —reconoce Wright— «es extremadamente influyente en todo el mundo», pero quienes la dirigen «no son tan distintos a los que dirigen otras industrias. Muchos son personas de fe que van a la iglesia o la sinagoga. Algunos se dejan la moral en la puerta de la oficina, pero también lo hacen banqueros, abogados…».

Es, en definitiva, un negocio que se mueve por el éxito y los beneficios. Las películas y series con contenidos reprobables «se hacen porque las ve la suficiente gente como para que ganen dinero». Hay que ser consciente de eso, no para rendirse, sino para poder cambiar la industria desde dentro: «¡Ganad con mejores ideas! Tened éxito con una mejor calidad. Sed ejemplo, y la recompensa vendrá», exhorta.

Pone como ejemplo El señor de los anillos y Las Crónicas de Narnia, grandes éxitos «empapados de teología. Creo que el mejor enfoque es crear un buen entretenimiento que se base en los valores que yo tengo, sin pontificar sobre ellos. En general, la gente es lista. Puedes introducir temas positivos en películas entretenidas, y la gente comprenderá el mensaje sin que les des en la cabeza con él. Por supuesto, también tengo algunos proyectos que tratan específicamente sobre la fe», como Venga tu reino, una superproducción sobre Jesucristo.

Algo está cambiando

En su opinión, desde hace unos años, algo se mueve en Hollywood: «Cuando Mel Gibson hizo La Pasión, nadie creyó que tendría éxito». Al triunfar, «de repente todos los estudios se preguntaron por qué lo habían dejado pasar. Ahora, algunos han formado divisiones sobre temática religiosa; otros grupos han financiado sus propios proyectos, y muchos de ellos han tenido un éxito moderado». Ahora mismo, grandes estudios están haciendo proyectos sobre Noé y Moisés. También «hay muchas iglesias y grupos» de fe para personas que trabajan en esta industria. «Hay mucha gente que quiere trabajar en estos proyectos. Necesitamos hacerlos mejor que ningún otro, y el público acudirá. El gran cambio vendrá cuando se pueda convencer a los financieros para que financien proyectos con grandes presupuestos».

A punto de estrenar su primera película como director, Dean Wright es consciente de que aún le queda mucha lucha por delante. «Puede ser duro, a veces parecer imposible, pero todo lo que vale la pena suele ser difícil de conseguir». Además, cuenta con un apoyo fundamental: «Tengo una relación profundamente personal con Dios y con Cristo que me inspira para continuar haciendo lo que hago. Sé que no estoy aquí solo».

Cristiada, la «historia escondida» de México

Cristiada, que se estrena este fin de semana en México, ofrece a los mexicanos «una oportunidad para que descubran su historia escondida. La Guerra de los Cristeros nunca se ha enseñado en los colegios», explica Dean Wright, que añade que ha sido un honor dirigir este proyecto. Se muestra encantado, también, de que se estrene poco después de que la película se estrenara en el Vaticano, y de que el Papa visitara, en México, el Cerro del Cubilete y celebrara Misa a los pies del monumento a Cristo Rey.

El señor Wright explica que lo que más le atrajo del proyecto fue retratar el abanico de reacciones de gente corriente «en una situación en la que se vieron forzados a preguntarse cómo defender su libertad»: sacerdotes que luchan, otros que se niegan a hacerlo; el movimiento de desobediencia civil; Enrique Gorostieta, el general retirado que busca recuperar su vieja gloria y «descubre una fe que no sabía que tenía»; o José, «un chico de una fe tan pura que cambia el curso de la guerra.

¿Cuál era la reacción correcta? No creo que mi papel como director sea decir lo que pienso. Creo que mi labor es mostrar lo que sucedió, compartir las pasiones, los conflictos, los errores y la heroicidad de todos los personajes. Si sales del cine conmovido, y días después no puedes dejar de pensar en ello, he hecho mi trabajo».

Además, «espero que, viendo el sacrificio de muchos de sus antepasados para asegurar la libertad de México, las personas no dejarán que sus diferencias políticas les separen». Y, fuera de este país, «quería mostrar lo similares que somos. Comprender el pasado del otro y cuánto tenemos en común es una gran forma de derribar los muros de la discordia que hay entre nosotros».

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