Obispo mexicano: «¿Cuál será el tamaño del sufrimiento de los centroamericanos para arriesgarlo todo?»
La Iglesia mexicana manifiesta su dolor por la muerte de Valeria, de solo 21 meses, y su padre, Óscar, ambos salvadoreños, cuando intentaban cruzar el Río Bravo, frontera de México y Estados Unidos
Monseñor Alfonso Miranda, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), afirma que la muerte de ambos nos lleva a cuestionarnos «cuál será el tamaño del sufrimiento de la gente de Centroamérica, que lo arriesga absolutamente todo, literalmente».
Valeria y Óscar murieron el domingo 23 de junio. Viajaban junto a la madre de la pequeña, Tania, e intentaron cruzar cerca de Matamoros, en México. Al otro lado del río, esperaban llegar a Brownsville, Estados Unidos. Según afirma la hermana de Óscar, planeaba entregarse a las autoridades migratorias estadounidenses una vez cruzaran el Río Bravo. Pero la foto que ya ha dado la vuelta al mundo no es el único caso. La prensa mexicana ha informado de, al menos, una decena de muertos en la frontera en los últimos días, fruto del recrudecimiento de la política migratoria en México.
«Aquí en México nos está faltando lanzar un fuerte grito que se oiga y que resuene en todo el país y más allá, Estados Unidos, Centroamérica y el mundo entero, y que diga: “Yo también soy migrante”. ¿Quién no ha emigrado? Mi propia familia migró hace 80 años, no de otro país pero sí de otro estado del país», recuerda monseñor Miranda. En México, insiste, «falta mayor conciencia de que todos somos migrantes», y aseguró que la Iglesia «mantiene firme su ayuda a los migrantes, a pesar incluso de campañas de xenofobia».
De hecho, desde el episcopado, y también desde cada parroquia y desde las 130 casas de migrantes «no hemos dejado de brindar apoyo. Caminamos junto a ellos». El drama migratorio «es un fenómeno que no podemos no mirar, no podemos no vivir. Hay tantas causas, injusticia, violencia, falta de empleo, falta de educación. Hay tantas en Centroamérica, en Asia, en América del Sur, hay tantas cosas que empujan a la gente a buscar nuevos espacios… No podemos dejar de tener un corazón sensible que ayude».
«Se necesita una estructura mundial que resuelva», asevera el secretario general de la CEM. Pero eso «le toca a los gobiernos y los organismos internacionales. Cada quien, que haga lo que pueda a nivel internacional. Pero a nivel local, al hermano que pasa a tu lado no puedes cerrarle el corazón».
El obispo mexicano señala que, ante la dura decisión de emprender el viaje de los migrantes, «solamente puedo comprender a aquel papá, aquella mamá, que sale con sus hijos de la mano sin mayores recursos y sin mayores cosas que las propias a buscar un futuro mejor. Esa aspiración humana jamás se va a quitar».
El Papa felicita a los mexicanos por su acogida a los migrantes
Por su parte, el Papa felicitó a los mexicanos este miércoles, durante la audiencia general, por ser tan «acogedores» con los migrantes. Como es habitual, Francisco saludó a los grupos de fieles procedentes de España y Latinoamérica, y entre ellos al grupo de peregrinos de Tlalnepantla, acompañados de su arzobispo, José Antonio Fernández Hurtado, y pidió entonces al Espíritu Santo «para que nuestras comunidades sean acogedoras y solidarias, viviendo la liturgia como encuentro con Dios y con los hermanos».
Y entonces dirigiéndose a los fieles mexicanos dijo: «Yo quiero felicitar a los mexicanos porque son tan acogedores con los migrantes. Que Dios se lo pague».