Dolce & Gabbana instrumentaliza la imagen de la Iglesia en su último desfile
Sus modelos han llevado prendas deliberadamente similares a vestimentas litúrgicas junto a figurantes vestidos de cardenales frente a Castel Sant’Angelo
La famosa firma de moda Dolce & Gabbana celebró el pasado martes 15 de julio su desfile de Alta Costura frente a Castel Sant’Angelo en el que los diseñadores estimaron pertinente confeccionar prendas con similitudes deliberadas con las vestimentas litúrgicas, presentar estampados con rostros de cardenales históricos, incluir numerosos crucifijos entre las piezas de joyería e incluso ponerle a los modelos cruces pectorales. Todo ante la mirada de unos figurantes dispuestos a lo largo del Puente de Sant’Angelo disfrazados de cardenales.

Este desfile masculino a los pies de los ángeles de Bernini ha sido definido por la prensa especializada como un modo de «celebrar la iconografía eclesiástica de la ciudad, que sin duda ha contribuido a enriquecer el patrimonio artístico de Roma». A primera vista, el pase de modelos no encerraba para sus organizadores ningún subtexto anticlerical ni pretendía ser ofensivo, pero sí resulta evidente que jugaba con los límites de la transgresión para buscar notoriedad e instrumentalizar la religión como un elemento más con el que llamar la atención. Por el momento, ni la Oficina de Prensa de la Santa Sede ni ninguna asociación ha emitido ningún comunicado al respecto.

Entre las piezas más controversiales figuranom reinterpretaciones de las túnicas papales. Una decisión que magazines de moda han descrito como «un homenaje a esta estética desarrollada a lo largo de siglos de historia, desde que el cristianismo comenzó a extenderse por el Imperio». Y que evidencia una falta de sensibilidad hacia el hecho religioso, visto solo como una manifestación histórica y cultural que se pueda parodiar.

La pasarela del martes prosiguió al desfile de Alta Moda del lunes 14, este protagonizado por modelo femeninas caracterizadas como emperatrices o monumentos de la Ciudad Eterna como el Panteón la Fontana de Trevi. En este caso tuvo lugar en las ruinas de los Foros Romanos con figurantes caracterizados como centuriones o nobles romanos. Es también una decisión que evidencia cómo la simbología de la Santa Sede es para algunos diseñadores —sobre todo tras el éxito de series como The Young Pope o la película Cónclave— tan solo una curiosidad estética equiparable a los mitos de la Antigua Roma salidos de las películas de los años 50.