Doctor José María Simón Castellví, auditor del Sínodo. Si amo al prójimo, lo amo en todas sus fases

Entre los tres laicos españoles que estarán presentes en el Sínodo como auditores, se encuentra el doctor José María Simón Castellví, presidente de la Federación Internacional de Asociaciones de Médicos Católicos. Su presencia no es extraña: «Una de las partes de la nueva evangelización —explica— es el mundo de la Medicina y la defensa de la vida». De hecho, el Instrumentum laboris cita el ámbito científico y tecnológico como escenario de la nueva evangelización, y recoge la recomendación de que los cristianos «sepan acompañar a los hombres hacia la verdad, la paz y la defensa de la dignidad humana». También acudirán al Sínodo doña Marylee J. Meehan, presidenta del Comité Internacional Católico de Enfermeras y Asistentes Médico-sociales; y don Carl Anderson, superior de los Caballeros de Colón, una de cuyas labores principales es la defensa de la vida.

«Si uno es hijo de Dios y ama a Dios y a su prójimo —añade el doctor Simón—, tiene que amarlo en todas sus fases y sus situaciones. La ciencia, la razón y la Iglesia nos dicen que el ser humano es persona desde la concepción. Y es parte del plan de Dios que sea fruto del amor entre un hombre y una mujer, que se comprometen para siempre». Evangelizar implica también anunciar esta verdad sobre el hombre.

La relación entre evangelización y defensa de la vida funciona también al revés: «Al ser el hombre imagen y semejanza de Dios, quien respeta al otro se acerca a Dios. Conozco a más de un abortista arrepentido, y todos se han acercado a la Iglesia». Por todo esto, es misión de la Federación «formar a los médicos, para que ellos se conviertan en transmisores del Evangelio de la vida. En algunos lugares, tenemos un papel importante en la sociedad civil: en Croacia, la mitad de los médicos son de la asociación».

La defensa de la vida está unida a la caridad, otro pilar de la nueva evangelización. Por eso, la Federación tiene «una opción preferencial por la maternidad», que realiza en colaboración con Matercare, una asociación de ginecólogos católicos que trabaja en el tercer mundo.

Hay otro motivo para que Medicina y nueva evangelización vayan de la mano, apunta don José María: «En los hospitales, donde la gente pasa por momentos muy delicados, es natural que, cuando hay una buena relación con el paciente, los médicos podamos expresar nuestra fe y hablar de Dios, sin coacciones. Nadie se debe ofender» por esto, añade.

Con todo, a punto de partir para Roma, el doctor Simón Castellví subraya lo que, para él, es la clave del Sínodo: «Hoy en día, parece que lo más importante es la crisis económica, política e institucional. Pero no olvidemos que lo primero es Cristo, amar a Dios y al prójimo, y evangelizar. Si buscamos primero esto, lo demás se nos dará por añadidura y la crisis se resolverá antes o después».