Director de la Escuela de Teología en Internet: «La IA será el gran desafío de la teología online»
En tiempos de desinformación cultural y religiosa Rodrigo Hidalgo, OP, director de la Escuela de Teología en Internet, reivindica abrir la teología
a un público amplio que demanda formación
—La Escuela de Teología en Internet (escueladeteologia.es), vinculada a la Pontificia Facultad San Esteban de Salamanca, es un proyecto educativo de los Dominicos de la provincia de Hispania. ¿Cómo valoraría estos años con el relanzamiento de los estudios de teología online, en un contexto de fe y cultura tan cambiante?
—La experiencia ha sido altamente positiva. Se constata que el interés por la teología, en esta modalidad, sigue creciendo. Veo estos años como un tiempo de consolidación y crecimiento, mostrándonos cada curso, de manera más clara, que lo online no es el futuro sino el presente de las humanidades. Todas las universidades civiles han entendido esta realidad y distinguen en sus ofertas académicas actuales modalidad presencial u online. Siempre digo que lo online no es una alternativa a lo presencial, sino una nueva oferta en una época donde las comunicaciones marcan la vida social.
Nuestra escuela sigue creciendo en alumnado, proveniente de todo el mundo de habla hispana: España y América, desde Canadá hasta Chile; y unos cuantos de habla portuguesa. Son de edades, mundos profesionales y laborales muy diversos: religiosas de clausura y de vida activa, laicos y diáconos permanentes. Esta experiencia internacional y diversa, hasta hace unos años, hubiese sido impensable. Todos valoran poder hacer estos estudios desde su casa y a su propio ritmo. Con una iniciativa como esta, hemos abierto la teología a un público muy amplio que demandaba formación en una sociedad donde los mensajes cruzados, instantáneos y la desinformación cultural y religiosa abundan.
—¿Dónde piensa que está el desafío de los estudios online para el futuro?
—No me cabe duda de que en la inteligencia artificial (IA), que es la gran revolución del siglo XXI, la cognitiva. Allí se decidirá no solo el futuro de estos estudios, sino de la educación en general, pues los modelos que actualmente conocemos son cada vez más precisos y pueden desde organizar tu agenda diaria hasta darte consejos para la vida. También con la IA se jugará gran parte de la nueva globalización cultural y económica. Unos podrán acceder fácilmente y beneficiarse de esta nueva forma de procesar y utilizar el conocimiento, que ya está transformando la forma en que trabajamos, nos comunicamos y, para algunos, hasta cómo pensamos. Y esto con todas las implicaciones éticas que se irán desarrollando en torno a la dignidad humana. Ojalá pronto podamos ofrecer desde la escuela algún seminario o programa sobre IA y teología. De momento, esperamos que el Papa León XIV, como se comenta en los medios, publique un documento sobre esta temática que seguro dará luz a la Iglesia y a la sociedad.
—¿Qué novedades nos trae el curso?
—Son varias. La primera es que los tres nuevos programas que estamos ofreciendo, que hemos ido implementando año tras año, se completarán. Los alumnos podrán contar con un amplísimo y gran material teológico, escrito por profesores dominicos que han dedicado toda una vida a la enseñanza teológica. Un ejemplo: tenemos a cuatro maestros en Sagrada Teología, que es la distinción máxima que la orden concede a quienes se dedican a la investigación teológica; y esto dentro de un amplio profesorado de dominicos, sumado a hermanas y algunos laicos que están en la docencia. También empezaremos el próximo año con los seminarios online con temáticas de interés. Serán en directo y se dejarán grabadas las clases para que alumnos de otras zonas horarias puedan acceder. Por último, hemos mejorado la plataforma de estudios Moodle para que la experiencia académica sea cada vez mejor.
—¿Se ha avanzado en el empeño por que sus programas obtengan la acreditación como grados universitarios?
—Sí. Con mucha satisfacción podemos decir que habiendo hecho un trabajo muy riguroso, en colaboración con una prestigiosa universidad española, tenemos el programa de Estudios Teológicos, uno de los tres que ofrecemos, ya en la fase de acreditación universitaria. Esperamos en breve poder dar más noticias.
—Con un alumnado tan variado, ¿hay alguna anécdota?
—Muchas. Por lo general ocurren cuando vienen con sus familias por Salamanca a conocer nuestro bello monumento o cuando nos vemos en el acto de graduación que a principios de septiembre tenemos en Madrid. De todos siempre sale lo mismo, agradecimientos. A unos estos estudios les han servido para consolidar su fe, ayudándolos también a educar a sus hijos cristianamente. Para otros, han sido una posibilidad de acceder al diaconado permanente; para las religiosas de clausura, de formarse desde su claustro. Y para algunos un sueño cumplido, porque siempre quisieron estudiar esto pero, cuando lo plantearon, sus padres los miraron con cara de extrañeza. El alcance no siempre es fácil de valorar, pero estamos convencidos de que somos un aporte pastoral a la Iglesia y a la nueva evangelización dentro del carisma de predicación de la Orden de Santo Domingo.