«Dios está muy cerca, todo rezuma su presencia»  - Alfa y Omega

«Dios está muy cerca, todo rezuma su presencia» 

El sacerdote Jesús Martínez García recibe el Premio mundial de poesía mística Fernando Rielo por un poemario sobre la contemplación. «Me gusta pasear por la vida más que ir corriendo», dice

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
El galardonado recibe el premio de la Fundación Fernando Rielo. Foto: Facebook.
El galardonado recibe el premio de la Fundación Fernando Rielo. Foto: Facebook.

«Tú en mí es vivir, como estando en el cielo sin figura». Con versos como este, el sacerdote del Opus Dei Jesús Martínez García ha ganado el 45 Premio mundial de poesía mística Fernando Rielo, entregado el miércoles. Su poemario Contemplaciones «expresa con hondura el deseo del Absoluto», ha valorado el jurado, pues «Dios habita en el corazón del poeta» y «solo lo divino permanece, solo Él es firme y definitivo»  

Me ha llamado la atención el título de su tesis doctoral: Cómo mueve Dios el mundo. Le hago esa pregunta: ¿cómo lo hace? 
—En el mundo todo se mueve en virtud de Dios, es decir, las criaturas no pueden moverse por sí mismas, no pueden pasar de la potencia al acto por sí mismas. Por ejemplo, cuando uno ve algo a través de los ojos es porque Dios le está potenciando esa capacidad de ver. Y así Dios no interviene de ninguna manera, pero todo se mueve en virtud de Dios. Esto provocó unas polémicas tremendas en el siglo XVI, pero creo todo es mucho más natural. 

¿A usted de dónde viene su afición por la poesía?  
—Hace unos años me cayó en las manos el libro de un sacerdote de Segovia que había ganado el premio de poesía mística Fernando Rielo. Me dije: «qué bonito es esto», y lo vi como una manera de hacer oración muy bella. Empecé a escribir y he quedado varias veces finalista de este mismo premio, hasta ahora. 

Su obra ganadora se titula Contemplaciones. ¿Por qué? 
—Porque me gusta ver las cosas, detenerme a ver y percibir, pasear por la vida más que ir corriendo. Tengo ya 68 años y tengo tiempo para ver a la gente, rezar por ellos, ver las hojas caer, ver pasar los años… Contemplar es, en realidad, disfrutar. 

El sacerdote Jesús Martínez García al recibir el premio. Foto: Fundación Fernando Rielo.

Dice que la poesía mística es una manera de hacer oración. ¿Cómo se acerca uno a Dios de esta manera?  
—Hay varias formas de oración: la litúrgica, la vocal… También están los misterios del Rosario, que te permiten contemplarlos y darle vueltas. Con todo eso uno va hablando con Dios, y si le añades un tono poético lo disfrutas más.  

—El filósofo Ludwig Wittgenstein veía la poesía como un modo de acercarse al misterio… 
—Cuando yo veo una puesta de sol, un valle del Pirineo en otoño, todo esto rezuma la presencia de Dios. O sea, que Dios no está ahí, pero el sentimiento que tengo es que Dios está muy cerca. Y en el amor humano también se puede percibir esto. Dios va pintando cuadros en la naturaleza, solo tenemos que pararnos a disfrutarlos.  

Por otro lado, ha venido Jesucristo a este mundo y tenemos también el Antiguo Testamento. Dios ha hablado a los hombres y nosotros le escuchamos. Jesucristo va hablando y se pone a la altura de los hombres Ahora en Navidad le veremos como niño. Así se hace presente el misterio de lo sobrenatural. Estamos en la eternidad y no hay tiempo. Este es uno de los temas de la poesía mística.