Dentro de la prestigiosa colección de Manuales de la BAC, Sapientia Fidei, hace ya algunos meses que apareció el volumen dedicado al misterio de Dios, al misterio de la Trinidad, al misterio del Dios trinitario. Este volumen es, en cierta medida, una obra madura de quien es hoy uno de los teólogos españoles a los que hay que tener en cuenta, el profesor de la Universidad Pontificia Comillas, Ángel Cordovilla. Oriundo de la tierra salmantina, y formado en las primeras letras teológicas en esa Alma mater, su obra científica se caracteriza por el rigor y por la capacidad de afrontar las cuestiones propias de la teología, sin contaminaciones externas de concepto y método, desde la tradición de la Iglesia.
Aunque su pensamiento aún no haya dado el salto a la incidencia en la plaza pública como punto de encuentro de una producción intelectual, hay que destacar, en este autor, su dedicación a estudiar, pensar, escribir y enseñar. Su nombre es ya referencia de obras, de notas bibliográficas, frente al generalizado mal del agrafismo en ciertos ámbitos cultos en la Iglesia. Su producción es una base para un adecuado diálogo con el pensamiento contemporáneo. En la medida en que esta columna de reseñas es acta y testimonio de personas, corrientes, escuelas y pensamientos, la reseña de este libro era una asignatura pendiente, máxime si la ocupación y la preocupación por las relaciones entre fe y cultura centran el criterio de nuestra elección.
Misterio y paradoja, tal y como afirma nuestro autor, son dos categorías que se pueden utilizar para hablar del acceso del hombre a Dios. En un momento en el que, en gran medida por influencia de un nuevo gnosticismo, está de moda la insistencia en la teología apofática, o negativa, incluso dentro de ambientes cristianos en los que se destaca como coartada para otros fines lo que no se puede decir de Dios, hay que realizar un ejercicio, en la conciencia cristiana, de especial incidencia en la teología positiva, en la teología de la afirmación, en la teología de la revelación de Dios, en donde el misterio es la revelación del Plan salvífico de Dios en la historia de los hombres. Dios revelándose se da, y dándose, se revela. Una de las virtualidades de este texto es que supera la estructura de los manuales clásicos de la materia De Deo Uno et Trino, sin olvidar la estructura básica de este tratado, aun tomando decisiones de orientación que pertenecen a su comprensión del método teológico y que, como siempre, pueden ser discutibles. Hay que destacar de este libro el adecuado enfoque de las cuestiones de la relación entre fe y razón, y la central de la relación entre la Trinidad económica y la Trinidad inmanente, quizá por eso de la afirmación de Rahner sobre el aislamiento del tratado trinitario en los manuales denominados neoescolásticos. Advertencia crítica que no se puede atribuir a la teología de santo Tomás de Aquino.
Cuatro partes componen esta sinfonía: la primera, después de una introductoria, está dedicada al acceso del hombre al misterio de Dios; la segunda se refiere a la revelación del misterio de Dios en la Sagrada Escritura; la tercera, la determinación dogmática en los Padres y en los Concilios; y la cuarta, sobre la conceptualización teológica del misterio en la Historia.
Ángel Cordovilla
BAC
2012
560
19,64 €