Dimite el arzobispo de Canterbury forzado por un caso de abusos sexuales
«Está muy claro que debo asumir la responsabilidad personal e institucional por el largo y traumatizante periodo transcurrido entre 2013 y 2024», ha asegurado en un comunicado
La publicación del informe Makin sobre la gestión de los abusos cometidos contra más de 130 jóvenes por parte del abogado anglicano, John Smyth, entre los años 1970 y 2010, primero en el Reino Unido y después en África, ha forzado finalmente la dimisión del arzobispo de Canterbury, Justin Welby.
«El Informe ha sacado a la luz la conspiración de silencio mantenida durante tanto tiempo sobre los atroces abusos de John Smyth», ha asegurado Welby en el comunicado publicado en la página web del arzobispado de Canterbury donde anuncia su decisión de renunciar al cargo.
El expediente, publicado el pasado 7 de noviembre, fue encargado en 2019 por la Iglesia de Inglaterra y ha destapado una «campaña de encubrimiento» por parte de la institución anglicana. De hecho, revela que los líderes anglicanos conocían desde el 1982 el comportamiento pedófilo de John Smyth, que es descrito como «probablemente el abusador en serie más prolífico vinculado a la Iglesia de Inglaterra». Sin embargo, a pesar de las sospechas optaron por mantener el asunto en secreto. Smyth continuó con impunidad cometiendo abusos después de los años 90 en Zimbabue y en Sudáfrica. Murió en 2018 a los 75 años sin haber sido juzgado nunca.
Los abusos desvelados se produjeron en el contexto de campamentos de verano que él organizaba para la asociación evangélica The Titus Trust. El arzobispo de Canterbury fue voluntario en estos campamentos a finales de los años 70. En este sentido, el informe publicado considera «improbable» que no tuviera conocimiento de las sospechas que pesaban sobre este abogado anglicano en aquella época.
Pero, sobre todo, apunta a su gestión negligente en 2013. Ese año, Welby fue informado oficialmente de las denuncias contra Smyth. El informe Makin concluye que Welby «podía y debía» haber denunciado los hechos a la policía. Esta inacción permitió a Smyth, fallecido en 2018, escapar a la justicia. El caso no salió a la luz pública hasta 2017, después de que una investigación de Channel 4 revelara los abusos cometidos contra niños. «Cuando se me informó en 2013 y se me dijo que se había notificado a la policía, creí erróneamente que seguiría una resolución apropiada», ha señalado Welby en el comunicado.
«Espero que esta decisión deje clara la seriedad con la que la Iglesia de Inglaterra entiende la necesidad de cambio y nuestro profundo compromiso de crear una iglesia más segura. Al dimitir, lo hago con el dolor de todas las víctimas y supervivientes de abusos», ha asegurado después, si bien no ha revelado los plazos exactos en los que se hará efectiva su renuncia.
Vergüenza
El comunicado ha supuesto también una asunción de responsabilidades. «Los últimos días han renovado mi profundo y largamente sentido sentimiento de vergüenza por los fallos históricos de salvaguarda de la Iglesia de Inglaterra. Durante casi doce años he luchado por introducir mejoras. Corresponde a otros juzgar lo que se ha hecho», ha explicado Welby. Y ha concluido: «Creo que hacerme a un lado es lo mejor para la Iglesia de Inglaterra, a la que amo entrañablemente y a la que he tenido el honor de servir. Rezo para que esta decisión nos reoriente hacia el amor que Jesucristo tiene por cada uno de nosotros».