Devastación en Filipinas

Se habla de 10.000 muertos, pero lo cierto es que todavía nadie sabe exactamente cuántas pueden haber sido las víctimas del impresionante tifón que se ha convertido en la más trágica catástrofe natural de la historia de Filipinas. Son millones los afectados, la mayoría niños, como el de la foto, y las pérdidas materiales no son cuantificables. El Papa Francisco ha hecho llegar su solidaridad rápidamente, y una primera ayuda de 150.000 dólares, que la Iglesia local repartirá entra las poblaciones más afectadas. En el fondo es un problema de falta de estructuras: el mismo tsunami, en un país como Japón, con construcciones adecuadas, causa muchas menos víctimas. Cáritas, Manos Unidas, Ayuda a la Iglesia Necesitada han puesto en marcha todo su potencial de ayuda humanitaria, y los obispos filipinos han exhortado al coraje y a la fe del pueblo sencillo en este momento de gran adversidad: «La fe de los católicos es más fuerte que el tifón, y ninguna calamidad o desastre natural puede apagar el fuego de nuestra esperanza», han señalado. Ha dado la vuelta al mundo la foto de la pequeña que ha nacido precisamente en medio del tifón.