Despertador de nuestras vidas adormecidas - Alfa y Omega

Cinco religiosos de nuestra diócesis forman parte de los 522 mártires beatificados en Tarragona: tres Hermanos de las Escuelas Cristianas (Evencio, nacido en Quintanilla de Abajo; Gregorio, nacido en Bolaños de Campos; y Teodoro, nacido en Valladolid) y dos Misioneros Claretianos (Melecio y Otilio, nacidos en Bustillo de Chaves). Cuando está declinando el Año de la fe, esta beatificación multitudinaria ha sido un precioso colofón.

Es el broche de una vida iluminada por el conocimiento interno de Dios, por su amor y su servicio en la Iglesia y en los necesitados. Si la tristeza y la muerte son salario del pecado, en la comunión con Dios y en la santidad se genera la alegría. La beatificación significa que nuestro destino es el gozo eterno.

El martirio es una prueba fehaciente de que el amor de Dios puede llegar hasta el extremo. Aunque humanamente sea incomprensible, los mártires, apoyando su fragilidad en la fuerza de Dios, pudieron ir al martirio serenos, gozosos y hasta cantando. Cuando la persona es incapaz de entregar la vida por nada y por nadie, es indicio de que nada ni nadie llena su corazón.

Es admirable la confianza en Dios, valentía y fidelidad de los mártires. Fortalecidos por la oración, los sacramentos y la animación mutua, soportaron los tormentos en ocasiones terribles

Murieron sin rencor, perdonando a los que los mataban; no murieron clamando a Dios venganza. En muchos casos los mártires pronunciaron el perdón cara a cara de sus perseguidores. Los mártires son un despertador de nuestras vidas adormecidas, un impulso para nuestra fidelidad diaria también en medio de las pruebas.

Los mártires no son beatificados contra nadie. La Iglesia tiene el deber de hacer memoria de Jesucristo y de sus servidores más destacados, ya que glorificaron de manera eminente el poder de Dios en su debilidad, y son para nosotros estímulo, ejemplo e intercesores. La Iglesia, al beatificar a los mártires, quiere recibir el mensaje de su muerte: Perdonaos, trataos como hermanos, vivid en paz. ¡Que su martirio sea una lección para nuestra generación!