Deseo y finitud

Hay primeros libros, libros de juventud, que no lo parecen, porque no lo son. El hecho de que nuestro autor, doctor en filosofía, director académico de la Escuela de Filosofía de Madrid —una de las iniciativas más interesantes, culturalmente y empresarialmente hablando, de los últimos tiempos—, discípulo de Miguel García-Baró, se haya presentado en sociedad con este trabajo, indica que estamos ante un nombre, y un pensamiento, que no debemos perder de vista. La calidad de su tesis doctoral sobre los rasgos platónicos en el pensamiento de Lévinas acerca de la existencia humana ya apuntaba maneras. Ahora, nos introduce por las sendas de la reflexión acerca de la infancia, que es una forma de antropología, o de pensamiento antropológico, muy aceptable. Ayudarnos a entender el modo en el que los pensadores más importantes de la modernidad han entendido la infancia puede contribuir a que nuestra radiografía de lo humano sea más precisa. A pesar de las diferencias entre Descartes, Rousseau, Kant y Nietzsche, y de paso un capítulo dedicado a la fenomenología, la infancia nos habla siempre de nuestra insuperable finitud y los deseos de superar esa finitud.

Pero quisiera destacar tanto el previo como la coda de este trabajo. El análisis que, en las primeras páginas, hace nuestro autor de la situación cultural del presente, y que da sentido al subtítulo del libro, no tiene desperdicio. Escribe Jorge Úbeda: «Si hubiera que reducir el estado actual de la vida individual en nuestra sociedad a una sola emoción, sin ninguna duda la perplejidad sería la principal candidata. El hombre de hoy está perplejo, confuso y poseído de tal manera por el presente vivo, que eso mismo le deja desorientado. El hombre sincero, aquel que en el secreto de su alma no se engaña, no desea vivir en la perplejidad». Añade un poco más adelante: «La perplejidad es una emoción que suele dar noticia de que hemos entrado en una situación de crisis. Si queremos captar la peculiaridad de la perplejidad presente, basta con que atendamos a tres crisis de carácter intelectual que han ocurrido en el siglo XX y que han traspasado las fronteras de lo intelectual para instalarse como interpretación cotidiana en nuestro mundo. Las tres crisis a las que me refiero son la crisis de los fundamentos de las ciencias formales y naturales, la crisis del sujeto moderno y la crisis de las instituciones políticas fundadas en el discurso ilustrado» (p. 15).

Y el punto final es, y significa, una reivindicación del alma, ese modo adecuado con el que se puede llamar a la estructura compleja y dinámica del hombre. En un tiempo en el que predomina la cultura del cuerpo, de la corporeidad, afirmar que «el alma es razón que hace discursos», o que «la razón vive en el drama de su propia vida desiderativa, sujeta, por tanto, a la estructura más propia de una narración abierta», o que, finalmente, el alma «vive anclada en su presente pero está continuamente saliendo de él. Pero no es un viaje que termine en sí mismo, o en el final de todo presente que es la muerte», significa facilitar la experiencia de un encuentro que siempre es una novedad.

La infancia y el filósofo. Entrada y salida de la perplejidad del presente

Autor:

Jorge Úbeda

Editorial:

Ediciones Encuentro

Año de publicación:

2012

Páginas:

192

Precio:

18,00 €