Denuncian que Cuba puede estar torturando a un millar de personas
La ONG Prisoners Defenders presenta el primer estudio integral sobre la tortura en la isla. Se calcula que el 80 % de los 1.277 presos políticos actuales ha sufrido cinco tipos o más
Gabriela tenía 17 años cuando la detuvieron por participar en las protestas del 11 de julio de 2021. Estando en prisión, «le metieron el dedo en la vagina de cuclillas, casi la violan», según relataron los allegados que informaron de los hechos. Fue solo una de las 14 formas de tortura que sufrió esta chica, siendo menor de edad. Su caso no es único. La tortura es una práctica generalizada en las cárceles cubanas.
Esta afirmación que vienen haciendo desde hace décadas las propias víctimas y los defensores de los derechos humanos en la isla, se ha constatado gracias al primer estudio integral sobre el tema. Se trata de un estudio elaborado por la ONG Prisoners Defenders y que se presentó el pasado martes, el mismo día en que el Vaticano anunció que la intención de oración del Papa para el mes de junio era por las víctimas de tortura.
«Me alegró mucho oírlo», asegura Javier Larrondo, presidente de Prisoners Defenders. «Es muy importante» que dedique atención al tema de la tortura. Y, en el caso particular de Cuba, supone una ratificación del amparo del Vaticano a los presos políticos que sufren este maltrato, por el que en la Iglesia en la isla «están muy contentos». «Hay dos estados que son los que más están haciendo por ellos: Estados Unidos, y la Santa Sede».
Muestra de ello fue la visita en febrero del cardenal Beniamino Stella como enviado pontificio para conmemorar el 25 aniversario de la visita de san Juan Pablo II al país. Durante su estancia, subrayó que «el Papa desea mucho que haya una respuesta positiva» del Gobierno cubano ante las peticiones de la iglesia para la liberación de los manifestantes del 11J condenados. «Es importante que los jóvenes que en un momento manifestaron su pensamiento puedan volver a sus casas».
El informe recoge datos de 13 casos de los que tenía constancia la entidad, y de una encuesta realizada a presos, sus allegados o compañeros de prisión sobre condiciones de vida en la cárcel, que recabó información sobre otros 168. En total, 181. Sin haber sido seleccionados por ser víctimas de tortura, se constató que todos los presos analizados ha sufrido al menos una forma de maltrato considerada tortura por organismos internacionales. «De estos casos al azar, el 80% más de cinco tipos», destacó Larrondo durante la presentación.
Torturas «sencillas»
Esta generalización se explica en parte por el tipo de torturas más frecuentes: privación de comunicación con familiares y abogados (sufrido en el 83,93 % de los casos); humillación, degradación y maltrato verbal (75,6 %); privación de atención médica (72,62 %); agresiones físicas (67,86 %) y confinamientos en solitario (60,71 %). Como explica el informe, se trata de «herramientas sencillas y directas, que no requieren excesiva necesidad de control» o medios concretos. Pero que van «degradando la psique y el cuerpo de los rebeldes», hasta el punto de dejarles incluso secuelas.
Esto hace que se apliquen «de forma sistemática, sin ninguna limitación salvo (podemos intuir) la objeción de conciencia» de algunos guardias u oficiales. Aplicando estos mismos porcentajes al total de presos políticos registrados en los últimos 12 meses, Prisoners Defenders estima que 1.072 están privados de comunicación, 965 sufren un trato degradante, 927 no reciben la atención médica que necesitan y 867, agresiones físicas. Es decir, es probable que al menos un millar de cubanos estén sufriendo al menos algún tipo de tortura, o probablemente varios.
Siendo estas las formas de malos tratos y tortura más habituales, se han detectado diez métodos más: amenazas contra ellos o sus seres queridos (58,93 %); exposición al frío o al calor, por ejemplo retenerlos durante horas en coches sin aire acondicionado en el clima cubano (55,36 %); sometimiento a posturas dolorosas, dañinas, degradantes o prolongadas (54,765 %); realización de trabajos y tareas forzados (51,19 %); llevarlos a un centro sin informarles a ellos o a sus familiares de cuál (48,21 %) y otras formas de desorientación intencionada (27,38 %); privación de líquidos o alimentos y del sueño (47,02 % en ambos casos), causarles angustia o incertidumbre sobre sus familiares (43,45 %), o enseñarles armas o instrumentos de tortura (36,9 %).
Menores, jóvenes y mujeres
«Los resultados son descorazonadores sobre la situación de los detenidos y presos políticos en Cuba y la situación de maltrato degradante, vejatorio y torturador a la que de forma general son sometidos, tanto en las detenciones como en las prisiones», recalca el informe.
El informe especifica, además, que hay varios grupos que sufren estos malos tratos de forma prevalente: los jóvenes —incluidos cuatro menores de edad, como Gabriela—, y las mujeres. A ellas, por ejemplo, se las somete al frío y al calor en un 71 % de casos, porcentaje bastante más elevado que la media.
Los datos de esta denuncia se trasladarán a diversos organismos internacionales como los comités contra la Tortura y de los Derechos del Niño de Naciones Unidas, así como su Consejo de Derechos Humanos y varios relatores especiales de la organización; también se transmitirá a Human Rights Watch, Amnistía Internacional y a Embajadas y representantes de más de 50 Gobiernos democráticos, entre otros destinatarios. Dita Charanzová, vicepresidenta del Parlamento Europeo, afirmó en la presentación que «no vamos a para hasta que Cuba sea un país democrático, hasta que Cuba respete los derechos humanos».