Decano de la Rota Romana: «Los canonistas necesitan también una conversión»
Pío Vito Pinto, decano de la Rota Romana, ha hablado en Madrid sobre la reforma de las nulidades
La reforma de las nulidades introducida por el Papa Francisco con el motu proprio Mitis Iudex Dominus Iesus tiene como fin «llevar a un mayor conocimiento de Cristo», porque «la salvación de las almas es la raíz de esta reforma», ha asegurado Pío Vito Pinto, decano de la Rota Romana, que ha participado en las Jornadas Discernimiento y acompañamiento de los casos de Nulidad Matrimonial, organizadas por la Conferencia Episcopal Española y la Universidad San Dámaso.
Monseñor Pinto constató que «en Italia, España, Polonia aún se valora mucho el matrimonio religioso, pero la realidad es que muchos bautizados celebran matrimonios civiles o simplemente conviven». Aludió asimismo a que «los fieles que frecuentan la parroquia son la mínima parte de los bautizados», y que ante una situación irregular, «¿qué hacemos? ¿Convertir la Iglesia en una cárcel? ¿Ponernos en la puerta de la parroquia y decir: “Tú sí, tú no”?».
Como vía de solución, el decano de la Rota Romana subrayó la importancia del discernimiento, pues «tras Amoris laetitia no ha cambiado nada. No todo es blanco o negro, hay una escala de grises». El criterio debe ser que «todo lo que lleve a la salud de las almas debe ser facilitado».
Acerca de las repercusiones jurídicas de esta clave, Pío Vito Pinto señaló que «los canonistas estamos llamados también a esta conversión», pues «aunque después del segundo milenio se impuso una interpretación jurídica de todo» lo relativo a las costumbres, en realidad «el Derecho es una herramienta necesaria, pero nunca esencial».
Monseñor Vito Pinto destacó asimismo la centralidad del obispo en los procesos de nulidad, «que debe asesorarse con expertos en Derecho canónico, porque algunos se alarman de que el obispo pueda dictar sentencia con facilidad sin asesoramiento, y esto no es posible». Su papel es esencial «para combatir los posibles abusos» en materia de nulidades, por lo que «deben estar en comunión con Pedro y estar muy atentos» en el seguimiento de las causas.
Por su parte, el cardenal Carlos Osoro destacó que «la Iglesia del Papa Francisco ha de salir a las situaciones en las que viven los hombres, poniéndose a disposición de la gente, sin rechazos. Tenemos que acercar la Iglesia a las situaciones reales de los matrimonios y las familias. La Iglesia debe estar en las circunstancias de la gente, en un acompañamiento real».