De Roma a Filipinas en busca de sus padres
Erwin Balagapo estaba en Roma terminando sus estudios eclesiásticos cuando el tifón Haiyan arrasó parte de Filipinas. La familia del sacerdote vivía en una de las zonas más afectadas. Por ello deja Roma en busca de sus padres y para poder ayudar en lo que haga falta. «Dicen que si ven a un sacerdote te van a pedir que bendigas y estoy imaginando lo que me voy a encontrar», explica Erwin a Rome Reports
Filipinas está viviendo un auténtico drama humanitario. El paso del tifón Haiyan ha dejado miles de muertos y heridos, y a miles de personas angustiadas por no tener noticias de sus familiares.
Erwin Balagapo es un sacerdote filipino que actualmente vive en Roma, en el Pontificio Colegio Filipino, y que actualmente está terminando sus estudios eclesiásticos. La agencia de noticias Rome Reports ha hablado con él antes de partir. Erwin deja la Ciudad Eterna para buscar a sus familiares y ayudar en todo lo que necesite su país en esta dura hora.
El sacerdote procede de Taclobán, localidad que ha quedado totalmente arrasada. La noche antes del tifón habló con sus familiares. «Yo hablé con mi familia, directamente con mi hermana pero mis padres estaban ahí, la noche antes del tifón. Decían que bueno, tenemos sol, se está bien… pero estamos preparados», explica el sacerdote.
Tras el paso de Haiyan, el sacerdote ha interrumpido sus estudios eclesiásticos para buscar a sus familiares. Su mente está repleta de recuerdos. «Yo tengo la imagen de mis feligreses, de mis padres… Por eso, en seguida busqué la manera de contactar con ellos. Llamé a mi arzobispo, llamé a los sacerdotes que están allí. Vi la foto en Internet de un compañero mío del seminario que lo están buscando. Y ahora llevo 5 días sin noticias y claro, yo… rezo por que estén bien ¿no? Pero con 10.000 personas muertas ahí…».
El plan de Balagapo es volar hasta Manila y de ahí, llegar hasta la zona de la catástrofe en un avión militar. Ya tiene preparada la estola porque le han dicho que allí tendrá mucho trabajo. «Dicen que si ven a un sacerdote te van a pedir que bendigas y estoy imaginando lo que me voy a encontrar. La ayuda que también como sacerdote podré hacer allí. Yo tengo miedo. No sé qué me espera ahí, en mi casa. Espero ver a mis padres. Estoy imaginando ahora la cara de mi madre, de mi padre, de mi hermana que estaba aquí, y mi hermano que estaba en Bohol ayudando, y mi sobrino, etc. Pero en fin, que sea lo que Dios quiera. Tal vez es fácil decirlo pero ahora es el Año de la Fe», explica.
Antes de partir hacia su país natal, Erwin pudo recibir noticias de su familia. A las 5 de la mañana recibió una corta llamada de su hermano que se interrumpió a los 25 segundos. A pesar de la brevedad ya sabe que sus padres están bien. Cuando todo haya terminado volverá a Roma a terminar sus estudios.