David DeMaría: «Me gustaría irme de misionero» - Alfa y Omega

David DeMaría: «Me gustaría irme de misionero»

El cantautor andaluz llena mañana el auditorio del Colegio Virgen de Atocha para recaudar fondos para el proyecto de acogida de refugiados ucranianos de la ONG dominica Acción Verapaz

Fran Otero
David DeMaría, en la basílica de Nuestra Señora de Atocha. Foto: Fandiño.

El cantautor David DeMaría tiene alma dominica. Creció al lado del convento de Santo Domingo en Jerez de la Frontera, su ciudad natal. Todavía recuerda a su catequista, don Guillermo, o a fray Alexis, párroco cuando era adolescente y hoy amigo. Fue precisamente esta amistad la que lo llevó a enrolarse hace un año en la ONG Acción Verapaz, también vinculada a los dominicos, como socio y voluntario en tareas administrativas.

Pues bien, toda esta relación forjada durante años ha permitido organizar en tiempo récord el primer concierto solidario en favor de los refugiados ucranianos que las dominicas españolas de Kiev –evacuadas tras el estallido de la guerra– están ayudando a trasladar a España. Será este sábado en el salón de actos del Colegio Virgen de Atocha de Madrid. Además de la música del cantautor andaluz, habrá espacio para el testimonio de las religiosas. Las 300 entradas disponibles se agotaron enseguida, pero sigue siendo posible colaborar con una Fila 0.

Todos los fondos recaudados se destinarán a la atención y acogida de familias –sobre todo, madres y abuelas con niños– en el colegio que las dominicas tienen en Sotrondio (Asturias), que han reabierto tras dos años sin actividad. Según explica Dulce Carrera, secretaria general de Acción Verapaz, los gastos de alimentación, calefacción, agua y electricidad son muy elevados. Ya han pasado por allí cerca de 80 personas, aunque en estos momentos solo quedan 20. El resto han sido acomodados en viviendas particulares o vacías.

«Será un concierto muy íntimo, a dos guitarras, de poco más de una hora. Va a sonar muy especial. Empezaremos con el tema Amar la vida, que escribí para la ONG. Será la sintonía de apertura antes de que hablen las hermanas», afirma DeMaría en entrevista con Alfa y Omega.

A pesar de que en los 25 años que lleva de carrera han sido muchas las causas en las que se ha implicado, el artista está especialmente emocionado y concernido por esta, pues «es cercana y real». «Conozco a las personas, he visto cómo trabajan, sé que los fondos van directos a las hermanas», añade.

Según confiesa, la canción que más conecta con la situación que se vive en Ucrania es Cada vez que estoy sin ti. Lo explica así: «Hay muchas familias que se están separando por la guerra. Y yo, que me muero cada mañana cuando dejo a mi hijo en el colegio, no quiero ni pensar cómo es decir a tu hijo adiós e irte a luchar por tu país».

En la conversación, Dulce Carrera insiste en la vertiente solidaria y en la disponibilidad total del cantautor. De hecho, DeMaría nos sorprende con una confesión: «Cuando mi hijo sea mayor me gustaría irme de misionero». Sí. Así de claro. Y continúa: «Creo que es algo que todo el mundo debe hacer. Ir un mes a preparar la comida, llevar medicamentos y agua a personas que lo necesitan. Te cambia el concepto de la vida, las prioridades, la ambición desmedida del ser humano. Una experiencia así te devuelve a la realidad. Me emociona más irme de misionero a África o América Latina que comprarme una casa con embarcadero en Miami».

DeMaría espera que en el concierto de este sábado los asistentes salgan con la sensación de «haber aportado su granito de arena» y también de disfrutar de la música. «Es una buena oportunidad para pasar una tarde emotiva», explica.

Y como la hermandad entre David DeMaría y Acción Verapaz ya es de por vida, como se encargan de refrendar tanto el artista como la secretaria general, concluyen la conversación emplazándose para un nuevo concierto, este para celebrar la paz.

Para colaborar con este proyecto se pueden hacer donativos a Asociación Acción Verapaz mediante transferencia bancaria (Banco Santander ES74 0075 7007 87 0606358033) con el concepto Refugiados de Ucrania o mediante Bizum (02563).