Daniele Mencarelli: «La compasión es fundamental para vivir» - Alfa y Omega

Daniele Mencarelli: «La compasión es fundamental para vivir»

El escritor italiano cuenta en La casa de las miradas cómo renació al empezar a trabajar limpiando el hospital Bambino Gesù. Ese año le sacó de su adicción y le devolvió a la vida

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Foto: Stefano Dal Pozzolo

Usted llegó al Bambino Gesù el 3 marzo de 1999 para trabajar en el equipo de limpieza, y nada más llegar se encontró con el sufrimiento y la muerte de los niños. ¿Cómo consiguió resistir?
Lo que le sucede al protagonista de mi novela es una vuelta a la realidad. En el fondo, es un chico que está enfermo porque se ha plegado sobre sí mismo. Su vida está dominada por el miedo. Lo que sucede es que el destino le envía al lugar aparentemente menos indicado para él. Es incapaz de soportar y de gestionar el dolor, y resulta que acaba en un hospital infantil. Allí descubre, a través de su trabajo y de la muerte de una niña, que la realidad, aunque sea terrible e insoportable a veces, también ofrece ciertos elementos de resistencia. Para él esos elementos serán la amistad con sus compañeros y una relación con los niños enfermos que harán renacer en él la esperanza. Descubrirá también que delante del dolor de los niños no se puede no esperar. Al final de aquel año de trabajo en el hospital será restituido como hombre y como poeta, además de recuperar su salud.

¿Ha encontrado respuesta a la pregunta que le hace a Dios en el libro: «Por qué ellos y no yo»?
Creo que estamos hechos para vivir en medio de preguntas. Yo personalmente no tengo una respuesta clara, pero puedo decir que el sentimiento de compasión hacia el destino de otros seres humanos es un elemento fundamental para vivir. El destino de los demás es común al nuestro.

En el libro hay una escena que protagoniza una monja y que le sirve a usted de catalizador para su cambio interior. ¿Quién es esa monja?
Aquella hermana es lo que siempre he buscado en un encuentro. Al conocerla entendí que lo que yo anhelaba en mi interior es algo que puede existir en la vida real. Ha sido una persona importantísima en mi vida, aunque no he tenido oportunidad de encontrarme con ella otra vez. Pero si lo pienso bien, creo que para mí tuvo una misión clave: la de hacerme consciente. Además, el hecho de que ella no haya sabido nunca el bien que me hizo da idea de cuántos de nuestros gestos pueden tener un gran valor para otros, aunque no lo sepamos. En el fondo, la providencia actúa a través de los hombres.

«Renací el día que pisé por primera vez el Bambino Gesù», escribe usted. Esta frase recuerda aquella pregunta de Nicodemo: «¿Cómo es posible nacer de nuevo?».
Es posible cuando no cedemos al miedo y no nos dejamos dominar por él. Hay una palabra que el siglo XX ha destruido: coraje, que viene de corazón. Tener coraje no quiere decir ser violentos ni prepotentes, sino poner el corazón en cada elección que tomamos. La libertad de cambiar tiene que ser movida por el valor. Para cambiar uno tiene que ser valiente, y eso todos lo tenemos dentro.

Bio

Daniele Mencarelli (Roma, 1974) es hoy un reconocido poeta italiano que ha volcado en su primera novela, un éxito en Italia y recién aterrizada en España, sus experiencias a finales de los 90 como limpiador en el hospital infantil Bambino Gesù, tradicionalmente vinculado a los Papas. Se trata de un texto en gran parte biográfico que relata una muerte y una resurrección en primera persona como solo un poeta podría contar.

¿Cuál cree que es el destino que Dios ha preparado para los niños enfermos?
Esa pregunta ha animado mucha literatura extraordinaria, Los hermanos Karamazov, por ejemplo. No tengo una respuesta, pero sé que delante del mal de los niños no existe, ni siquiera desde el punto de vista lingüístico, lo contrario a la esperanza. No es el lugar de la desesperación. La desesperación está llena de resistencia, mientras que, ante el dolor de los niños, la única respuesta posible es esperar.

Usted ha probado el sabor amargo de la adicción y lo refleja con honestidad en el libro. Se trata de un fenómeno que se ha disparado durante el confinamiento. ¿Cómo salir de esa jaula?
Es una fatiga de vivir, una frustración. Es algo que aparece también en la Sagrada Escritura: cuando el hombre no logra esperar, se construye un ídolo. Hoy estamos rodeados de ídolos, pero el ídolo produce una soledad aún mayor dentro. Las adicciones unidas al confinamiento han creado un desierto espantoso. El único modo de salir de la esclavitud es apostar por una relación que sea verdaderamente fuerte, que nos nutra de verdad. Si algo ha mostrado el confinamiento es que el hombre no está hecho para estar solo.

¿Se ha acercado más a Cristo después de su experiencia en el hospital?
Sin lugar a dudas. Pero yo me defino como un aspirante a creyente. Yo no puedo vivir sobre lo que fui en el pasado. Cada día debe ser vivido en toda su intensidad. Cada día es el momento de mi conversión. Recuperando el argumento de la novela, cada día nos ofrece nuestra monja. Si uno está atento a la realidad con intensidad, puedes encontrar en cada jornada tu momento de compasión y de comunión. Cada día te ofrece y te pide algo. La vida se juega en el presente.

¿Por qué decidió escribir este libro, tantos años después de su experiencia en el Bambino Gesù?
Empecé a escribir a principios de 2017, 18 años después de todo aquello. Me estaba dando cuenta de que, con el tiempo, no conseguía dar vida y sangre a ese encuentro con aquella monja que me cambió la vida. Ese momento se estaba convirtiendo en un fósil. Hoy me impresiona cuánta vida y cuántas amistades han nacido de nuevo de aquel encuentro, al darle vida a través de la literatura.b

La casa de las miradas
Autor:

Daniele Mencarelli

Editorial:

Ediciones Encuentro

Año de publicación:

2020

Páginas:

273

Precio:

22 €