Curso Pastores Gregis: cómo hacer que los curas sean productivos y no se quemen
El martes comienza en Madrid el curso Pastores Gregis, una iniciativa de Alpha España para la conversión pastoral de los sacerdotes y de sus comunidades, como pide el Papa Francisco en Evangelii gaudium
Pastores Gregis es la apuesta de Alpha España para la renovación de la vida parroquial en España, en busca de la conversión pastoral que pide el Papa Francisco desde Evangelii gaudium. Desde su experiencia con sacerdotes y párrocos de toda la península, Tote Barrera, responsable de Alpha en nuestro país, afirma que «a los sacerdotes les faltan medios y capacitación, herramientas para hacer esta conversión, porque la formación teológica y espiritual que tienen es muy buena, pero no responde a lo práctico. Aunque suena un poco duro, la formación y la santidad personal no bastan para guiar a una comunidad hacia el Señor».
Barreda emplea el término «liderazgo» a la hora de subrayar la necesidad de que el sacerdote recupere su papel de pastor: «Hacemos hincapié en el munus regendi propio de su ministerio, la capacidad de guiar al pueblo de Dios, que es parte de su labor. Muchas veces a los curas les come la mera administración de las cosas de la parroquia, y se convierten en un hombre orquesta que intenta llegar a todo. Nosotros realizamos encuestas y tenemos datos: la mayoría dedica más de un 60 % de su tiempo a labores que no son propias del sacerdote; de lo que queda, dedican lo que pueden a los sacramentos, pero muy poco a la faceta de guiar. Pastores Gregis viene a ayudar a redescubrir esa faceta y potenciarla».
«Es lo que necesitaba», dicen los curas
La propuesta de Pastores Gregis sigue un modelo que en Francia ha reunido ya a más de 700 sacerdotes y algunos obispos, y está encaminada a crear una comunidad de discípulos misioneros empezando por sus sacerdotes. Para ello en el curso se usan herramientas que tienen que ver con el liderazgo, el coaching, los recursos humanos y el acompañamiento. De hecho, la Comisión Episcopal del Clero, de la Conferencia Episcopal Española, presentará en el mes de mayo este curso a los delegados del Clero de las diócesis de toda España.
El curso consiste en cuatro sesiones para el sacerdote más un fin de semana en el que participa con su equipo parroquial. En un grupo pequeño de 20 o 25 compañeros, el presbítero recibe formación sobre su identidad y su vocación, cómo realizar una visión pastoral —«de qué manera concreta en su realidad realiza la misión de evangelizar»—, cómo suscitar y guiar un equipo, y cómo llevar la conversión pastoral a la parroquia. «Es un proceso encaminado a saber guiar el cambio para que sea duradero. Pasar del mero mantenimiento a la misión en la parroquia es una aventura que comienza por el sacerdote», afirma el responsable de Alpha España.
Pastores Gregis está indicado para aquellos sacerdotes «que no quieran dejar las cosas como están y que necesiten herramientas personales y comunitarias». El curso que comienza el martes en Madrid es la segunda edición de esta iniciativa, que tendrá otra en septiembre y aspira a realizarse dos veces al año. Y ya hay algunos frutos: «El primero es que hemos visto volver la ilusión a los sacerdotes con su vocación y con su misión. Son pastores que están dando pasos en un proceso, en lugar de hacer actividades y seguir recetas a lo loco. Es un camino mucho más profundo».
Otro de los frutos visibles es «el propio acompañamiento de los sacerdotes, que muchas veces se sienten solos y no saben a quién acudir. Aquí pueden compartir sus inquietudes y se sienten más acompañados entre sí, y cuentan también con los profesionales del curso. Y luego sienten más cercanía a su parroquia y a su comunidad. Todo esto les da mucho aire. Hay gente que nos dice: “Es lo que necesitaba”, porque estaban cansados y alguno a punto de tirar la toalla».
Más allá del hombre orquesta
En realidad, el encuentro se enmarca en la renovación parroquial que pide el Papa en Evangelii gaudium: «Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la autopreservación».
El responsable de Alpha España comparte el diagnóstico del Papa y lamenta que «el impulso de Evangelii gaudium se ha visto frustrado, porque no se ha implementado». Alude también a «una estructura eclesial que mantiene los sacramentos pero no envía y no lidera, y que emplea mucho tiempo y recursos en apuntalar lo que queda, en la gestión de la decadencia, cuando la Iglesia nos llama hoy a la conversión pastoral y a ser discípulos misioneros».
«No podemos limitarnos a administrar los sacramentos y la vida piadosa —prosigue—, ni a seguir con la inercia de dejar las cosas como están, esperando que cambien algún día. Cada vez hay menos curas, y seguimos uniendo parroquias y creando unidades pastorales para seguir haciendo exactamente lo mismo. Pretendemos hacer lo mismo de siempre pero con menos gente».
«No basta con poner una nueva etiqueta a lo mismo»
En las ciudades los sacerdotes tienen que atender a cada vez más templos, y en la España vaciada hacen lo mismo con cada vez más pueblos. «Desde hace años todo el mundo sabe que esto no puede seguir como está y hay una insatisfacción, pero es verdad que para implementar Evangelii gaudium hacen falta caminos prácticos y herramientas concretas. Es necesario profundizar en qué es la conversión pastoral, no basta poner a una nueva etiqueta a lo de siempre para seguir haciendo lo mismo».
Por eso, la propuesta de Pastores Gregis «no es crear una nueva estructura, sino facilitar un cambio personal que comienza con el sacerdote y llega a la conversión pastoral de su comunidad. El sacerdote necesita redescubrir su vocación de guiar al pueblo de Dios, de crear discípulos misioneros que salgan al mundo a evangelizar. Es lo que la Iglesia les está pidiendo en este tiempo».
«La clave son las personas, no se trata de realizar métodos asépticos ni otra técnica más, se trata de guiar a personas para que guíen a otras personas para que se puedan encontrar con Cristo. Eso es la evangelización», concluye Barrera.