En buena parte, vivimos para contarlo. Por eso, entre otras razones, Cuéntame cómo pasó nos ha entretenido durante la friolera de 23 temporadas. De fondo, con la canción archiconocida del «cuéntame cómo te ha ido, si has conocido la felicidad…», hemos de reconocer que hemos sido felices conociendo a Carlitos / Carlos (Ricardo Gómez y la voz en off de Carlos Hipólito) y a Herminia (María Galiana). Se nos ha podido hacer un poco larga a veces, tirar en excesos de los estereotipos, enseñar la patita del sesgo ideológico; pero, una vez finalizada y echando un vistazo de conjunto, hay que resaltar también sus luces y reconocer que los Alcántara son ya historia de la televisión española: todo un culebrón, si no sonara peyorativo, que ha sabido coser con irregular fortuna las costuras de un tiempo que arrancó allá por el 13 de septiembre de 2001, justo el día en el que el círculo de la ficción se cierra con el adiós a Herminia en un episodio final titulado «El heredero», digno de quedar prendido en la memoria, incluido ese guiño final que sobrevuela la torre de la iglesia y apunta al cielo.
El mismo día en el que se emitió el último episodio en TVE, falleció por la mañana uno de sus históricos guionistas, Eduardo Ladrón de Guevara. Como si la realidad misma nos quisiera decir que hay vida después de la vida. Vaya a modo de homenaje a él un reconocimiento más que merecido y, en él, el aplauso a quienes han mantenido la serie contra el viento y la marea de los años.
Quedan las 23 temporadas disponibles en RTVE Play, la última solo hasta final de año, así que aprovechen los que no hayan visto morir a Herminia bajo la encina. Tiene pinta de que vamos a ver la serie más veces, como si fuera una suerte de Verano azul de los millennials con la que echar unas lagrimitas y darnos cuenta de que cualquier tiempo pasado… necesita que nos lo cuenten. Le pediremos a Carlitos que lo haga.