«¿Cuántos oran por los cristianos perseguidos?»
Oración y confianza en el Señor son las peticiones que el Papa hizo a los obispos de Oriente Medio reunidos en Roma, la pasada semana. También alentó a los fieles a seguir rezando por los cristianos perseguidos: «Cuando oigo que tantos cristianos en el mundo están sufriendo, ¿soy indiferente?» Y recalcó la necesidad de unidad: «La Iglesia es casa de comunión»
El Papa Francisco continúa pidiendo, insistentemente, que Oriente Medio, y en particular Siria, estén presentes en las oraciones de los cristianos del mundo entero. Y no deja de preocuparse por seguir, de cerca, los acontecimientos que ocurren en la región. Durante la semana pasada, el Papa tuvo un encuentro con un grupo de obispos maronitas llegados de Líbano, Siria y Tierra Santa, entre otros. También estuvieron presentes el cardenal Béchara Boutros Raï, Patriarca de Antioquía de los Maronitas, y el cardenal Leonardo Sandri, Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales.
El Papa les dijo, durante la celebración de la Eucaristía en la capilla de Santa Marta, que «la oración es el camino que debemos recorrer para afrontar los momentos difíciles, las pruebas más dramáticas y la oscuridad que, a veces, nos envuelve en situaciones imprevisibles». Y les alentó: «Dios jamás nos abandona. Estemos seguros de que el Señor está con nosotros, y, por lo tanto, nuestro caminar debe hacerse perseverante gracias a la esperanza que infunde fortaleza. La palabra de los pastores será tranquilizadora para los fieles: el Señor no nos abandonará jamás».
Los obispos participantes confirmaron su fidelidad al sucesor de Pedro, y, a través del cardenal Boutros Raï, le transmitieron su agradecimiento por «sostenernos en nuestro camino, frecuentemente espinoso», y por el impulso constante del Papa para la búsqueda de la paz, que «ha sembrado esperanza y consuelo».
Durante la Audiencia general, el Papa Francisco alertó, ante este drama, a los fieles presentes en la Plaza de San Pedro: «Cuando oigo que tantos cristianos en el mundo están sufriendo, ¿soy indiferente, o es como si sufriera uno de mi familia? Cuando pienso u oigo decir que muchos cristianos son perseguidos y hasta dan la vida por su fe, ¿esto toca mi corazón, o no me llega?». Y lanzó una última reflexión: «¿Cuántos de ustedes están orando por los cristianos que son perseguidos?».
El mundo necesita unidad
Continuó el Santo Padre hablando a los fieles de la unidad, cuya ruptura «provoca heridas, conflictos y tensiones». El Papa destacó «las separaciones que todavía hay entre los cristianos, católicos, ortodoxos y protestantes». Es necesario, aseveró, «buscar y construir la comunión, y superar las incomprensiones y divisiones. Nuestro mundo necesita unidad, reconciliación y comunión. Y la Iglesia es casa de comunión».
Para buscar esta comunión, la reunión de los Patriarcas católicos de Oriente con el Papa, que tendrá lugar el próximo 22 de noviembre en Roma –después de la Asamblea plenaria de la Congregación para las Iglesias Orientales–, también está abierta a la participación de representantes de Iglesias ortodoxas. En el encuentro, se abordarán cuestiones pastorales y canónicas que preocupan a los líderes religiosos, y se abordará la difícil situación de los cristianos en la zona.
El anuncio de este encuentro se hizo el pasado viernes, durante la reunión del Consejo de Patriarcas Católicos de Oriente, en Líbano. Allí, el Patriarca de Antioquía de los Maronitas, Boutros Raï, denunció que su tierra ha pasado, «de la primavera», al «infierno, lastrado por matanzas y destrucción». Rai acusó a las políticas internacionales de «tratar de sabotear una civilización y una identidad común construida, desde hace 2.000 años, con nuestros hermanos musulmanes». Y recalcó que «Oriente Medio necesita, en esta etapa, las enseñanzas de Cristo, el Evangelio de la paz, la verdad, la fraternidad y la justicia. Si el mundo pierde este Evangelio, vivirá una situación de destrucción y caos como la actual».
Pero las políticas internacionales no son las únicas que destruyen el diálogo. El avance del yihadismo busca eliminar todo aquello que se aleje del Islam. Lo acaba de subrayar el Gran Muftí de Arabia Saudita a una delegación de Kuwait; según recoge la agencia Fides, el Muftí señaló que es «necesario destruir todas las iglesias de la región», porque es la única forma de hacer que el Islam sea la única religión viable en la zona. Estas declaraciones se producen después de que un parlamentario kuwaití anunciase, en Twitter, su intención de presentar un proyecto de ley para prohibir la construcción de nuevas iglesias y lugares de culto no islámicos en el país.
Ayuda a la Iglesia Necesitada organizó, la pasada semana, una mesa redonda para clarificar hacia dónde va la situación en Oriente Medio y cuál es la situación de los cristianos, «una minoría cada vez más arrinconada», afirmó Raquel Martín, responsable del departamento de comunicación de AIN, e hizo hincapié en el exilio que están protagonizando. De hecho, según datos del Grupo de Estudios Geoestratégicos, a principios del siglo XX, los cristianos eran el 20 % de la población de la zona. Ahora, son sólo el 2 %.
«Los cristianos son la población autóctona de esta tierra. Que permanezcan es su mínimo derecho», afirmó la egipcia Soha Abboud, profesora del departamento de Estudios Árabes de la Universidad Complutense, y puso como ejemplo el tesón de los cristianos de su tierra, «que han resistido durante dos mil años una historia de altibajos muy fuertes». Una resistencia que ha fructificado: «El Papa copto se acaba de reunir con la máxima autoridad musulmana para ponerse de acuerdo en cómo se van a escribir ciertas cláusulas de la nueva Constitución, que satisfagan a cristianos y musulmanes», añadió. El periodista José Luis Restán, Adjunto al Presidente de la Cadena COPE, compartió su comprensión ante la dificultad de permanecer, por ejemplo, para «un padre de familia que no sabe si sus hijos podrán salir a la calle». Aunque, recalcó, «si los cristianos se fueran de su tierra, la vida sería mucho peor. Porque son testigos de cosas que sólo ellos pueden testimoniar: que la fe es amiga de la razón y de la libertad. Y que se puede responder a la violencia con el perdón, un concepto ajeno a muchas culturas de la zona». Pero para conseguir que se queden, se necesita libertad.
¿Y cuál es el camino para la libertad religiosa? «En las Constituciones árabes, sólo se admite el Islam como religión de Estado, y no se permite la apostasía. Así, no puede haber libertad religiosa. Lo primero que tiene que haber es una voluntad política», declaró la doctora Abboud. Pero, reconoció, ahora es aún más difícil si cabe, «porque con el yihadismo, que quiere imponer la sharia por la fuerza, se está haciendo una limpieza religiosa». Añadió Restán que, también, es una cuestión «mental y cultural que se reconozca el bien que es la libertad. Esto puede favorecerlo el diálogo, el encuentro». Y el camino hacia un sistema democrático.
Alcanzarlo en Oriente Medio, para el periodista, «es una incógnita, porque es un proceso cultural y ético antes que político. La democracia es mucho más que elegir: es una cultura de la participación, una limitación del poder, es afirmar derechos previos a la legislación y al propio Estado».