Cristianos de Gaza: «Queremos estar en paz en nuestra tierra y nadie nos escucha» - Alfa y Omega

Cristianos de Gaza: «Queremos estar en paz en nuestra tierra y nadie nos escucha»

El retorno de los bombardeos sobre Gaza va contra el deseo creciente de soluciones pacíficas, según los activistas

María Martínez López
Tienda golpeada el 24 de marzo por un misil dentro de un colegio en el campo de refugiados de Nuseirat, en Gaza
Tienda golpeada el 24 de marzo por un misil dentro de un colegio en el campo de refugiados de Nuseirat, en Gaza. Foto: AFP / Eyad Baba.

De nuevo «no hay lugar seguro en Gaza», lamenta Gabriel Romanelli, el párroco católico. Después de que el 17 de marzo Israel reanudara los bombardeos con la misma fuerza que antes, el domingo se superaron las 50.000 víctimas mortales según las autoridades gazatíes. «Hay datos que hablan de más», apunta el sacerdote. Durante el alto el fuego que empezó el 19 de enero, 20 familias acogidas en la parroquia se habían aventurado a irse a lo que quedaba de sus hogares. Diez han regresado. El colegio ha cerrado otra vez. «Hay bombardeos todo el día y es más peligroso. Muchos chicos que viven en la iglesia ortodoxa no podían venir; ni los profesores». Tampoco hay reparto de alimentos: «Las fronteras llevan tres semanas cerradas y no tenemos nada ya»./p>

Sí funciona el dispensario. Los sacerdotes se aventuran a salir para atender a enfermos y algunos jóvenes para buscar por la Franja bienes como pañales para niños y ancianos. Los hospitales están tan desbordados de heridos —también niños— que han mandado de vuelta a la parroquia a una mujer con una contusión cerebral por una caída. «La gente está muy angustiada, no sabe lo que va a pasar» y vive «minuto a minuto, sin pensar». Mientras Tel Aviv ya ha creado el organismo para promover su «salida voluntaria», ellos «dicen que “solo queremos estar en paz en nuestra tierra y nadie nos escucha”», lamenta Romanelli.

El exmilitar israelí Chen Alon ve «obvio» que la «razón real para romper el alto el fuego no tiene nada que ver con la seguridad o con derrotar a Hamás» sino con que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, «gane tiempo» frente a la creciente oposición vista en las recientes manifestaciones. «Su principal interés es que la guerra continúe sin fin». Y «hay consenso» de que para ello «está sacrificando a los 59 rehenes que siguen cautivos». Todo, «con respaldo de Trump».

No quiso luchar en la Franja

Llamado a filas durante la primera intifada (1987-1993), en la segunda (2000-2005) Alon se negó a servir en Gaza. «En noviembre de 2002 estuve un mes en la cárcel» por ello. Su gesto, compartido por otros, impactó a militantes palestinos y terminaron fundando juntos Combatientes por la Paz, organización comprometida con poner fin mediante la no violencia al conflicto y a la ocupación.

Mantener esta apuesta entre los palestinos durante la cruel guerra de Gaza «ha sido un desafío», reconoce su compañera Fatma, gazatí. Alon admite asimismo que tras los atentados de Hamás el 7 de octubre de 2023 otros miembros abandonaron la organización y «volvieron a unirse al Ejército». Pero ellos se mantuvieron firmes. Además de manifestarse contra la guerra siguieron organizando encuentros, a veces por Zoom y otros «en lugares seguros», para dar ejemplo de que «aún se puede dialogar, reconciliarse y mirar al otro como humano». También dan formación sobre comunicación no violenta para abordar hasta los temas más espinosos.

Chen Alon (derecha) en una manifestación, el 22 de marzo, contra la reanudación del conflicto
Chen Alon (derecha) en una manifestación, el 22 de marzo, contra la reanudación del conflicto. Foto: Combatientes por la Paz.

El esfuerzo ha dado fruto. «Se nos han unido más personas de las que se han marchado. Han entendido que no hay lucha por la democracia sin poner fin a la ocupación y que colaborar con los palestinos es la forma de lograrlo». Detecta «mucho interés por conocerlos». También en Gaza, añade Fatma, «las encuestas muestran un descenso notable en el apoyo» a los ataques del 7 de octubre. Ve en ello «un deseo creciente de soluciones pacíficas». Sin embargo, «la reanudación del conflicto ha complicado los esfuerzos por la paz, intensificando las divisiones». La violencia «exacerba el sufrimiento, entorpece la capacidad de la sociedad civil de apoyar la paz» y «fortalece las retóricas extremistas».

Tanto ellos como el padre Romanelli seguirán apostando por la paz. Este, en concreto, no piensa marcharse de la Franja. «Donde está el rebaño tiene que estar el pastor. Le pido siempre a Jesús que no se vaya de Gaza, que su presencia eucarística siga estando» en la tierra que visitó de bebé huyendo a Egipto.

Signos de esperanza en Belén

Beit Sahour (cerca de Belén) vivirá la próxima semana dos signos de esperanza. El primero es una peregrinación de 40 españoles acompañados por el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, y por el vicecomisario de Tierra Santa en nuestro país, Luis Quintana. El segundo, un nuevo avance hacia la conclusión de las dos capillas financiadas por España dentro de la remodelación total del santuario del Campo de los Pastores. La de la Virgen de Guadalupe, al aire libre, está financiada por la archidiócesis primada. En los próximos días se instalará una imagen de dicha Virgen en azulejos y, al final de la peregrinación, Cerro inaugurará la capilla. También bendecirá una serie de iconos del pintor Miguel Ángel Laguna en la capilla de la Inmaculada, promovida por la Comisaría de Tierra Santa. Estarán presentes el cónsul de España en Jerusalén, Javier Guriérrez, y el custodio de Tierra Santa, Francesco Patton.