Contagiosos: una pandemia de esperanza
La serie presenta el testimonio de muy diversas personas que un día se encontraron con Cristo y que ahora se han convertido en contagiadores del amor de Dios
A la vista está que el mundo vive los efectos de una pandemia, que primero es física y luego es económica. Pero hay otra pandemia, igual de «tremenda» que las anteriores, que es «la pandemia anímica de la sociedad actual. ¿Qué está pasando para que haya suicidios infantiles, rupturas matrimoniales, que el medicamento más recetado en el mundo sean los antidepresivos?», se pregunta el director y productor Juan Manuel Cotelo.
Sin embargo, lejos de quedarse en el diagnóstico, Cotelo y el equipo de Infinito+1 han investigado y han logrado encontrar la vacuna para esta pandemia del desánimo. «No es una vacuna teórica, sino real y, además funciona. Se llama esperanza y te voy a presentar a todas estas personas que ya se han vacunado y que les ha funcionado», asegura.
Ese ramillete de testimonios son los que conforman la serie Contagiosos, el nuevo proyecto de Cotelo e Infinito+1 al que el director define como un escaparate de gente atractiva. «Hay personas que tienen ese algo que a veces cuesta definir, pero que te hace preguntarte: “¿Qué tendrá esta persona para estar tan serena, para transmitir tanta alegría?” En la respuesta va un spoiler, pero se trata de la presencia de Cristo en esas personas». En el fondo, «lo que captamos de esas personas especiales es la presencia de Cristo en ellos».
Sin un perfil definido
Otra de las buenas noticias que quiere lanzar al mundo el director de cine con el lanzamiento de esta serie es que «cualquiera puede ser contagiado y contagioso». Se ve en la serie, asegura Cotelo, «que no hay dos perfiles idénticos. Son personas de todo nivel social, económico, cultural, educativo, geográfico…».
De esta forma, la serie presenta el testimonio de un taxista, una profesora, una diseñadora, un rapero, un publicista o un estudiante. Sin embargo, «todos tienen algo en común, ese perfume, que algunos llaman bonus odor christi, que es el que se te pega cuando te encuentras de verdad con Cristo».
¡Funciona!
Como objetivo, Juan Manuel Cotelo se marca conquistar al menos el alma de un espectador, sea creyente o no. «Sería feliz si un espectador un día nos dijera: “yo vi aquel capítulo, probé la receta y funciona”. Y la receta, concluye el cineasta, no es otra que «salir de uno mismo, lo que implica mirar hacia los demás y también abrirse a Dios. Cuando dejas de pensar en tu problema, en tu situación, en tu dolor… al final terminas por curarte tú mismo. Y el día en que dejas de intentar resolver tu vida, a solas, sin contar con la ayuda de Dios, pues vas a comprobar no solo que Dios existe, sino que actúa y está a tu servicio».