Continúa la violencia contra la Iglesia en Nigeria: otros dos sacerdotes asesinados
Solo entre enero y marzo de 2022 perdieron la vida un total de 900 cristianos en todo el país
Nuevo ataque contra la Iglesia en Nigeria. Este fin de semana, dos sacerdotes católicos fueron asesinados en sendos ataques en los estados de Kaduna y Edo. Se trata del padre Vitus Borogo, capellán de la comunicada católica del Politécnico de Kaduna y presidente de la Asociación de Sacerdote Diocesanos de Nigeria; y el padre Christopher Odia Ogedegbe, párroco de San Miguel en Ikabigbo y director de una escuela en Jattu.
«Este es el tercer ataque solo en este mes y el último de los 15 que se han producido en 17 comunidades parroquiales durante este año», ha afirmado, según recoge la Agencia Fides, el padre Francis Agba, de la parroquia de San Agustín en Kaduna.
Este último atentado se suma al del pasado 5 de junio, cuando hombre armados no identificados entraron en la parroquia de San Francisco Javier en Owo asesinando al menos a 40 personas y causando el terror, según nos explicó uno de los sacerdotes de la comunidad. Días después, el 19 de junio, se produjeron nuevos atentados con víctimas mortales y secuestros en la iglesia católica de San Moisés y en la iglesia baptista de Maranatha, en el área de gobierno local de Kajuru, en el estado de Kaduna.
Entre enero y marzo de 2022, un total de 900 cristianos han sido asesinados en el país, que se enfrenta a una oleada de violencia por parte de bandas armadas que cometen asesinatos y secuestros para pedir rescates, principalmente en comunidades rurales.
Una misionera italiana pierde la vida en Haití
La tragedia también tuvo lugar este fin de semana en Puerto Príncipe (Haití), donde fue asesinada la religiosa Luisa Dell’Orto, hermanita del Evangelio de Carlos de Foucauld. Llevaba 20 años trabajando en el país, fundamentalmente al servicio de los niños de la calle.
El Papa Francisco la recordó este domingo tras el rezo de ángelus desde la ventana del Palacio Apostólico: «Encomiendo su alma a Dios y rezo por el pueblo haitiano, especialmente por los más pequeños, para que tengan un futuro más sereno, sin miseria ni violencia. Sor Luisa hizo de su vida un don para los demás hasta el martirio».